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Esposos que agredieron sexualmente a su mascota reclaman ‘nuestra privacidad fue invadida’

La pareja grabó un video en el que se les ve manteniendo relaciones sexuales con su can. Ambos enfrentan cargos de violencia y abuso y podrían pasar hasta 14 años en prisión.

Un matrimonio oriundo de Elderslie, Sídney, Australia, afrontan cargos por violencia sexual y maltrato animal luego de tener sexo con su mascota el 9 de julio del año pasado.

El hombre de 44 años, y su esposa de 54, filmaron un acto sexual con la perra de nombre Nala, en su casa, y en su defensa, ambos investigados alegaron que la persona que los denunció violó la ‘intimidad de su hogar’.

Los esposos cuya identidad se mantiene en el anonimato se presentaron ante el tribunal local de Picton el último martes, después que fueron arrestados el 30 de diciembre. Ambos deberán regresar a la corte el 10 de marzo, luego de que se les otorgue la fianza.

El juez que lleva el caso les recomendó buscar un abogado debido que la pareja decidió representarse a sí mismos.

Los investigados no podrán tener bajo su custodia a ningún animal, mientras se resuelve el litigio. Si son declarados culpables, podrían pasar los siguientes 14 años en prisión.

El propietario de Nala declaró ante el medio Macarthur Chronicle que se violó y se invadió su privacidad con la denuncia.

Un caso similar se registró el año pasado cuando Nicholase Hill fue acusado de crueldad hacia los animales el 31 de octubre tras compartir videos del abuso sexual a su mascota en Facebook.

El hombre oriundo de Maine, Estados Unidos, evitó ser enviado a la cárcel al aceptar someterse a una evaluación y asesoramiento sobre su salud mental.

Como parte de la sanción, se le ordenó completar 60 horas de servicio comunitario, pagar una multa de $ 250 y mantenerse alejado de los perros.

Australia: joven no se rinde y sigue buscando a su perro tras incendios forestales

Ash Graham busca todos días a Kozi, su perro que desapareció luego que el incendio forestal que azota a Australia, causara estragos en su pueblo. Desde entonces, Graham, que es bombero, no ha dejado de buscarlo desesperadamente.

Todos los días se levanta de su pequeña carpa en la que duerme desde que se quedó sin casa por el incendio forestal que azota a su país para luego pasar el día buscando a Kozi, entre lechos y personas quemadas.

Perro

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