Estados Unidos le seguía el rastro a Qasem Soleimani desde hace 12 años [VIDEO]
Desde el gobierno de George W. Bush y de Barack Obama, el gobierno estadounidense ya le pisaba los talones al exlíder militar iraní.
Era el 2017 cuando agentes de Estados Unidos le respiraba la nuca a un convoy que llevaba al militar iraní al Qasem Soleimani norte de Irak. Para ese entonces, el líder militar ya había sido sindicado como el autor del apoyo a las fuerzas chiíes, que acabaron con la vida de miles de soldados estadounidenses en Irak.
Pero las posibles repercusiones de una acometida tan instigante fueron la razón por la que los militares de Estados Unidos no arrancaron con el ataque. McChrystal, general estadounidense retirado, escribió el año pasado en la revista Foreign Policy que “para evitar un tiroteo y la política polémica que le seguiría, solo se monitoreó la caravana”.
El supuesto recelo que podrían sentir los iraníes hizo que George W. Bush y Barck Obama nunca autorizaran un ataque dirigido a Qasem Soleimani. Y eso lo ratifican funcionarios que trabajaron en ambos gobiernos: el militar era tan peligroso muerto o martirizado, como lo era vivo y conspirando contra el país de las 51 estrellas.
Pero quien no dudó en asesinar a Qasem Soleimani fue Donald Trump. El excomandante de las Fuerzas Quds estuve presente en el terreno en Siria y en Irak en compás de supervisión sobre las milicias resguardadas por Teherán en los dos países asiáticos.