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Asperger, el doctor nazi que ordenó la muerte de niños con trastornos mentales [FOTOS]

De su nombre deriva el síndrome que describe la condición más leve del autismo. Sin embargo, estudios muestran la verdad detrás del pediatra, quien favoreció al régimen de Adolf Hitler.

Hans Asperger oculta un pasado nazi, según investigaciones. Foto: Difusión
Hans Asperger oculta un pasado nazi, según investigaciones. Foto: Difusión

El síndrome de Asperger es una condición mental que se presenta en personas socialmente aisladas, a quienes les cuesta entablar amistades y desarrollar vínculos dentro de un espacio determinado.

Sin embargo, no está considerado como una enfermedad porque quienes lo padecen, desarrollan grandes habilidades y pueden tener un nivel de inteligencia superior al común, describe la Organización Mundial de la Salud.

Dicho trastorno, detectado frecuentemente en la infancia, fue desarrollado por el doctor Hans Asperger y lo catapultó a la historia de la medicina por su labor en pro de la salud mental.

Hans Asperger estudió a los niños con trastornos mentales, a quienes calificó de poseer ''rasgos sádicos y de malicia''. Foto: Difusión

Hans Asperger estudió a los niños con trastornos mentales, a quienes calificó de poseer ''rasgos sádicos y de malicia''. Foto: Difusión

El pediatra ejecutó su estudio mientras laboraba en el Hospital Infantil Universitario de Viena, ciudad en la que nació y en donde se rigió al poderío nazi de Adolf Hitler, según algunos documentos de la época que salieron a la luz.

La revista Molecular Autism, publicó un informe del historiador de medicina Herwig Czech, en la que detalla las percepciones que tenía Hans Asperger sobre los niños a los que atendía y tenían problemas mentales tras indagar a detalle los registros.

“Lo que emerge es que Asperger intentó acomodarse al régimen nazi y fue recompensado con oportunidades laborales”, expresó Czech al medio especializado.

El autismo no es considerado una enfermedad mental, sin embargo, es un trastorno que desarrollan los niños y les da habilidades superiores. Foto: Difusión

El autismo no es considerado una enfermedad mental, sin embargo, es un trastorno que desarrollan los niños y les da habilidades superiores. Foto: Difusión

Crueldad nazi

Siguiendo la interpretación de Czech, en los archivos que analizó, detectó que Hans Asperger envió 35 niños a la clínica Am Spiegelgrund de Viena, con el fin de someterlos a la eutanasia no sin antes experimentar con barbitúricos (sedantes) y asignarles camisas de fuerza para luego ser arrojados a una jaula.

Tras comprobar su muerte, los galenos la registraban víctimas de una neumonía.

Entre 1940 y 1945, el Tercer Reich asesinó aproximadamente a 800 niños – detalla el historiador – quienes eran considerados una amenaza para la raza aria y tenían ‘’vidas indignas’’ por sus desórdenes mentales.

“Merece ser publicado para exponer la verdad sobre un médico que, durante mucho tiempo, fue visto como único habiendo hecho valiosas contribuciones al campo de la pediatría y la psiquiatría infantil, fue culpable de ayudar activamente a los nazis en sus aborrecibles políticas de eugenesia y eutanasia”, dijo uno de los editores de Molecular Autism, Simon Baron-Cohen.

Hans Asperger es reconocido en la comunidad de la medicina por su aporte a la psiquiatría infantil. Foto: Difusión

Hans Asperger es reconocido en la comunidad de la medicina por su aporte a la psiquiatría infantil. Foto: Difusión

Más pruebas del nazismo de Asperger

Los niños de Asperger. Los orígenes del autismo en la Viena nazi de Edith Sheffer, una historiadora de Estados Unidos, también resalta el papel de Hans Asperger a favor del dominio nazi, pese a que anteriormente, el doctor austriaco aseguró que no compartía la política de Hitler e incluso salvó a varios niños de la eutanasia.

"(Los niños autistas tenían) rasgos sádicos y de malicia", indican los escritos, según una entrevista de Sheffer al medio argentino Clarín.

Por último, ambas publicaciones resaltaron que Asperger justificaba estas medidas crueles y catalogaba a los autistas como potenciales soldados y trabajadores empeñosos, no sin antes evaluar sus ‘’rasgos sádicos y de malicia’’.