TC anula condena contra Cerrón por caso Aeródromo Wanka
Mundo

“No merezco estar ciego”: el dolor del chico venezolano impactado con 52 perdigones en el rostro

Rufo Chacón estaba protestando por la falta de gas en Táchira, cuando las fuerzas del régimen lo atacaron. Perdió los ojos. Aunque parezca imposible, él espera un milagro de la ciencia.

Foto: Captura CNN.
Foto: Captura CNN.

Rufo Chacón, el adolescente que perdió los ojos tras ser impactado por 52 perdigones lanzados por la policía en una protesta, clamó “justicia” y ayuda desde Venezuela.

Con 16 años, intenta rehacer su vida sin perder la esperanza de algún día volver a ver. Solo un milagro de la ciencia podría salvarlo, pero él no pierde las confianza. Sonríe a la vida; sabe que es lo único que podrá sacarlo a flote.

En esta dura lucha lo acompaña Adriana Parada, su madre. “Quiero justicia, justicia, justicia”, declaró a Univisión al borde de las lágrimas.

La vida de Rufo Chacón cambió en aquella manifestación en la localidad de Táriba -a 10 minutos de San Cristóbal, Venezuela-, cuando fue impactado en el rostro con 52 perdigones de goma que dispararon efectivos policiales.

"Mi hijo perdió los ojos solo por ayudarme a pedir el gas que necesitamos", lamentó entre sollozos.

Los funcionarios dispararon “a quemarropa” a menos de un metro de los manifestantes. El hecho se produjo el mes pasado, en medio de la conmoción causada por la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo, quien fue torturado por el régimen de Nicolás Maduro.

Rufo Chacón, quien vive con su madre en Táriba, estado Táchira, soñaba con visitar la capital de Venezuela.

Ambos llegaron hasta Caracas para realizar consultas médicas intentando que su hijo pueda recuperar la vista.

En diálogo con CNN, el joven exige que el gobierno agilice el trámite para obtener sus pasaportes, pues les han informado que no hay material, y requiere viajar para atender a ofertas de ayuda de países como Alemania, España, Estados Unidos y Colombia.

La madre del adolescente aseguró que Rufo Chacón será operado nuevamente en 45 días para retirar los perdigones que aún tiene en su cara.

Luego deberá enviar los informes médicos a los países que han ofrecido ayudar en el caso para poder recibir atención médica.

“Tengo que lograr que mi hijo vuelva a ver”, expresó.