Iván Simonovis, el escape ‘de película’ del preso político venezolano que burló la seguridad de Maduro
Simonovis cortó su monitor y salió de su casa rumbo a una isla. En una bolsa llevaba una navaja, una copia de su sentencia judicial y la biografía del astronauta Neil Armstrong.
El primer preso político de la revolución chavista en Venezuela Iván Simonovis burló la seguridad de Nicolás Maduro, escapó y apareció en los Estados Unidos.
Simonovis había huido del arresto domiciliario bajando por una pared de 25 metros y cortó su monitor de tobillo con un cortador de pernos.
Luego de 14 años preso, la crisis de Venezuela le dio un golpe cuando intentaba escapar hacia una isla, ya que el motor de su barco se apagó y se ahogó en las aguas y sedimentos que obstruían su tanque de gasolina, pero logró salir.
“Nadie hubiera imaginado que en Venezuela un motor fallaría debido a la gasolina”, dijo Simonovis, de 59 años, a The Associated Press.
Hasta el momento el Gobierno de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre el 'escape de película de Iván Soimonovis.
“Son miembros activos del gobierno de Maduro, pero silenciosamente trabajan para el gobierno de Juan Guaidó”, dijo Simonovis.
En el año 2004, el exdirector de la Seguridad de Caracas (Venezuela) fue encarcelado por presuntamente haber disparado a seguidores del entonces presidente Hugo Chávez durante un breve golpe de Estado. En el tiroteo, que surgió en un elevado del centro de Caracas, murieron 19 personas.
La orden de arresto la firmó Maikel Moreno, abogado que defendió a uno de los pistoleros de Hugo Chávez y que ahora es el presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.
A 10 años de su encarcelamiento se le concedió arresto domiciliario para que buscara tratamiento médico por 19 enfermedades crónicas.
Tras el alzamiento militar contra Nicolás Maduro convocado por Juan Guaidó, Simonovis fue informado que pronto estaría fue de las rejas, por lo que la seguridad de su casa se incrementó de ocho a 12 agentes.
“Lo único que sabía es que nunca volvería a la cárcel”, dijo Simonovis. “Entonces, tomé la decisión de dejar mi hogar y mi tierra natal”.
El trazado del escape llevó semanas, con una línea de meta clara: los Estados Unidos.
El 16 de mayo Simonovis desapareció a altas horas de su hogar y en una bolsa llevaba una linterna, una navaja, una copia de su sentencia judicial y una biografía del astronauta Neil Armstrong.
“No puedes dormir cuando sabes que el gobierno te está buscando”, dijo.
Cuando estuvo en completa libertad Simonovis llamó a su esposa, Bony Pérez, quien en ese momento estaba en Alemania, visitando a sus hijos y se especulaba que él también había huido hacia allá.
A principios de este mes y luego de hablar con periodistas, uno de sus abogados fue arrestado y permanece en la misma cárcel donde fue Simonovis fue recluido.
Al día siguiente, un avión alquilado lo recogió. Volando sobre las Bahamas al espacio aéreo estadounidense, el piloto entregó los controles a Simonovis, un piloto consumado.
“Aterricé mi propia libertad”, dijo.