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¿Dificultades para bajar de peso? Estudio advierte que dormir poco impide disminución de masa corporal

¿Eres de los que duerme poco? Un estudio de 23 centros académicos realizado a casi 2000 personas comprobó detalles sobre la forma que los malos hábitos para conciliar el sueño evita la pérdida de peso.

Estudio comprueba que dormir poco no permite bajar de peso. Foto: referencial
Estudio comprueba que dormir poco no permite bajar de peso. Foto: referencial

Un estudio científico realizado por investigadores de la Universidad Rovira I Virgili (URV) y otros 22 centros académicos en España, comprobó que dormir poco y no tener un horario establecido dificulta la posibilidad de bajar de peso y disminuir la masa corporal.

Según recogió el portal del diario El Mundo, dicha investigación titulada “Predimed-Plus, Prevención con Dieta Mediterránea” analiza el efecto de una intervención intensiva sobre bajar de peso basada en el consumo de una dieta mediterránea alta en calorías, realización de actividades físicas y terapias conductuales para evitar enfermedades al corazón.

Jordi Salas-Salvadó y Christopher Papandreou, docentes responsables de este estudio científico realizado en España afirmaron que “una mayor estabilidad del sueño se asoció con una mayor reducción del índice de masa corporal (IMC). Dormir de forma adecuada se asoció con una menor circunferencia de la cintura”.

Predimed-Plus, Prevención con Dieta Mediterránea fue publicado en la revista International Journal of Obesity.

Para realizar el estudio científico los investigadores analizaron de cerca los cambios en el peso y el IMC de 1 986 participantes. Todos ellos presentaban sobrepeso cuando se empezó el trabajo de recopilación de datos.

Aquellos que no tenían un horario definido para dormir por las noches presentaron menor pérdida de peso a los 12 meses de análisis.

Sin embargo, dormir poco y en horas inadecuadas se asoció a una menor disminución del índice de masa corporal y de la circunferencia de la cintura.

“Los cambios en los ritmos circadianos pueden reducir el gasto de energía y modificar nuestra saciedad, haciendo que modifiquemos las horas en las que comemos. Estos cambios que afectan el tiempo y/o la frecuencia de la ingesta de alimentos, se sugiere que puede inducir cambios en el equilibrio energético y llegar a provocar una disminución del peso corporal”, agregó Jordi Salas-Salvadó, profesor de la Universidad Rovira I Virgili en España.