Roberto Antier: “El humor te salva de muchas cosas”
El integrante de Les Luthiers habla sobre el show de despedida del grupo argentino, la importancia del humor y la decadencia del mismo en las redes.
“No es un truco publicitario, esto se termina en diciembre”, advierte a través del Zoom Roberto Antier, quien, junto con sus compañeros de Les Luthiers, regresa a Lima para la gira de despedida titulada ‘Más tropiezos de Mastropiero’, este 21 y 22 de noviembre en el Gran Teatro Nacional. “Escucho a muchos decir que es el mejor show. No sé si coincido con esa apreciación, pero me lo ha dicho gente que nos vio en los 70”, dice el músico y humorista argentino.
—¿Será una despedida definitiva o seguirán haciendo cosas por su cuenta?
—En setiembre cumplimos 56 años. Lo que siempre escuchamos es “no interrumpan esta mercancía artesanal”, porque los shows de Les Luthiers tienen una elaboración de tres años, cada frase está pensada, cada corchea. Si dentro de un año nos juntáramos e hiciéramos un espectáculo en esta línea, estarían contentos. El mundo es dinámico.
—¿Cuál era tu relación con el humor antes de ingresar a Les Luthiers?
—Me divertía el humor irónico británico, ese elegante con la frase brutal en la que te preguntas ¿lo dijo o no lo dijo? Me gustaba la serie de Roger Moore y Tony Curtis ‘Dos tipos audaces’, donde se confrontaba la flema británica con la cosa más bestial que tenía el estadounidense. Y, antes de ingresar, Les Luthiers también formaba parte de mi acervo cultural humorístico. Creo que el humor te salva de muchas cosas y nada te hace conocer más del carácter de una persona que la causa de su risa, porque la risa es inocultable, no se puede evitar, es espontánea.
—Y en la vida misma abre caminos. En el romance, por ejemplo, la gente busca que su pareja tenga sentido del humor.
—O por lo menos un humor compatible con el de uno. El humor te salva de muchas cosas. A veces, asisto a reuniones muy acartonadas y hago estos speakers y se relajan todos, el humor es maravilloso.
—Sobre todo en un mundo dominado por la tensión y estrés.
—Lo que pasa es que hay cosas que se pueden decir con humor y no de otra manera, no con burla, con humor, que no es lo mismo.
—Como las burlas que se confunden con humor en las redes sociales.
—Creo que el humor de redes desde el anonimato es terrible. Como dijo Humberto Eco: “Las redes sociales han venido a validar la palabra de gente que de ninguna otra manera hubiera sido trascendente”. En Argentina, en muchos pueblos y barrios durante décadas, la gente sacaba la silla a la puerta de la casa para contar chismes de la de la otra cuadra, y eso pasó al Twitter. Entonces, se le da mucho valor a gente, perdóname, ¿quién es? En cuanto al humor hay diferentes tipos como clientela. En la plataforma ves algunos humoristas ingleses que son durísimos, muy crueles y tienen éxito. Pero es una clientela especial que pagó para escuchar ese tipo de humor y agresión que a lo mejor le gustaría decirle al jefe o al tipo que lo somete. Les Luthiers es otro tipo de humor, nunca buscó incomodar o molestar, nunca se burló de alguien en particular, son estereotipos: de un dictador latinoamericano, de un político corrupto, de un músico de baja calidad.
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—Hay quienes etiquetan el humor de Les Luthiers como elegante, ‘apto solo para gente culta’.
—Esa es una inexactitud porque a Les Luthiers vienen a verlo muchos chicos. Hay ese rito iniciático de a mí me trajo primero mi papá, y yo traigo a mi hijo de 15 años. Y todos lanzan carcajadas. El punto es cómo está armado el chiste: te presento esto, el tipo espera un remate y Les Luthiers sale con otro. Esa es la inteligencia de Les Luthiers, que no se necesita de un doctorado para entenderlo. Además, el grupo se fue moviendo en capas, agregando chistes. Ahora hay grupos de fanáticos, verdaderas cofradías, porque siempre encontramos cosas nuevas. Alguien dijo alguna vez: “Gracias, Les Luthiers, por mandarme a leer el diccionario”.