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Ismael Cala, exconductor de CNN: "Estoy abierto y listo para un regreso al periodismo"

Hace 6 años fue el rostro del formato entrevista en la cadena estadounidense; antes quiso ser sacerdote. ¿Cómo sus decisiones vocacionales lo han convertido en un conferencista trotamundos?

Ismael Cala trabajó en CNN durante casi 15 años. En 2016 le dijo adiós a su programa de entrevistas. Foto: Oscar Marín/La República
Ismael Cala trabajó en CNN durante casi 15 años. En 2016 le dijo adiós a su programa de entrevistas. Foto: Oscar Marín/La República

La butaca de entrevistado la ocupa Ismael Cala. Sin embargo, hasta el 1 de julio de 2016, el cubano que se formó en Historia del Arte y Periodismo dialogaba, desde su rol de conductor de CNN en español, con figuras de la vida política, glamurosa y deportiva en boga. Ahora la "liviandad", la "motivación endógena", el "alto rendimiento holístico" y la "autoindagación", su vocabulario desde que se convirtió en estratega —le disgusta el título de motivador—, se apropian de las cámaras y de aquellos que a través del liderazgo buscan alinear su conciencia con el bienestar. 

—Un estratega se entrena y tú, según mencionaste, te has entrenado para despedirte de tus logros: lo has hecho con el periodismo. ¿Piensas hacerlo con esta faceta como coach?

—¡Wow! Pues no lo sé, porque cada día me apasiona más el conocer personas. (...) Cuando veo a un ser humano que exuda liviandad y que no está con el ceño fruncido, en constipación emocional y energética —yo lo llamo el estreñimiento emocional o energético— me fascina. Entonces, no sé si me despediré en un futuro cercano de esta etapa, pero sí te puedo decir algo: estoy abierto y listo para un regreso al periodismo.

Confiesa que se siente más sereno y capaz de compartir una filosofía desde la alta conciencia. Lo resume en 15 palabras y en tercera persona: “Saber ser congruente con la visión que Ismael tiene tanto del periodismo como del mundo”. Periodismo, mundo. La primera vez que él asoció ambos términos fue en 1997:

“Yo decreté: ‘CNN. ¿Y ahora en español?’. Me volteé y le dije a Josy Jiménez, una locutora compañera mía: ‘Yo voy a estar allí’. Y ella me miró, yo tenía 26 años, y me dijo: ‘Por supuesto, Ismael. Tú vas a estar allí’.  Fíjate el poder que tiene la palabra”.

Y no solo la palabra: ingresó como freelancer desde Toronto; cubrió la visita del papa Juan Pablo II; y decidió, por cuenta propia, mudarse a Miami y reportear eventos políticos y económicos y los estragos de los huracanes. Pero un día, mientras trabajaba en los boletines, llegó Cynthia Hudson a convencerlo de que su agudeza debía estar sobre un sillón: “‘¿Qué haces tú en los boletines? Tú tienes una versatilidad que hay que explotar’. Y surge "Cala", el programa de entrevistas que fue el modelo de Larry King llevado a español”, cuenta. 

—¿Consideras que un periodista puede vivir feliz durante toda una vida de ejercicio?

—Yo no creo que sea imposible, pero no lo puede ser el periodista que solo se formó con lo que le dieron en su escuela de periodismo. Porque lo que a mí me ha hecho exitoso como ser humano, y de hecho como entrevistador, no me lo dieron en la universidad. (...) No me dieron psicología positiva, no me dieron inteligencia emocional, no me enseñaron comunicación no violenta para poder hacer preguntas donde el juicio no sea lo primario. Y yo veo que hay muchos periodistas que obvio que no van a ser felices ni tampoco van a tener una salud radiante y perfecta porque se hacen demasiada mala sangre en el ejercicio.

¿Cómo encuentras serenidad dentro de una labor que te exige inmediatez?

—La serenidad no es pasividad. (...) Yo no estoy hablando de una serenidad sedentaria. Yo estoy hablando de una serenidad interior para una velocidad productiva, pero que no te quite paz dentro.

Y si el periodismo te está quitando la paz —que a veces lo hace— tú tienes que buscar recursos, tienes que aprender chikung, yoga, meditación neurocientífica, tapping, lo que sea que te haga ir a oasis y pausas donde tú recobres el centro de tu energía.

—¿La fama te quita paz?

—Sí, la fama te puede quitar paz. Y de hecho yo quería un gran descanso de la fama y de la sobreexposición mediática que llegué a tener siendo el conductor de "Cala" en CNN. (...) Y yo dije: “Pausa. Pausa. Escojo la paz”. ¿Por qué? Porque sentía que no tenía las habilidades.

—Entonces, ¿qué fue lo primero que hiciste el 1 de julio de 2016? 

—Fue una celebración agridulce, la verdad, porque el último programa me dejó una sensación de vacío: me tomó meses y meses y meses (...). Porque al dejar el periodismo yo sentí que había dejado mi profesión y que me había ido a una burbuja mágica.

Porque en el periodismo tú tienes un nivel de rigor, te enfrentas al mundo. (...) En el mundo del periodismo está lo lindo, lo feo y lo ultratóxico. Entonces, uno se tiene que preparar para eso. Ahora yo digo: “¿Te quieres volver de nuevo a meter en eso? Piénsatelo bien”. Y digo: “Sí, porque si todo el que despierta su conciencia se va a lo más fácil, ¿quién queda en los medios de comunicación, donde hay necesidad de luz?”. Entonces, sí, yo creo que estoy listo para volver a la trinchera.

Y se refiere a la trinchera donde gobiernan las luces y el conteo regresivo hasta escuchar “al aire” porque del periodismo escrito nunca se desligó: cada martes publica una columna, calificada por el mismo Cala como positiva, en más de 30 espacios digitales en Iberoamérica. 

—¿Estás de acuerdo con lo que dijo Andrés Hurtado en su programa: “Eras el sol de CNN”? 

—Respeto mucho a Andrés y su energía me caló en el corazón. ¿Cómo yo voy a estar de acuerdo o no? Sería un poco arrogante. Yo lo que puedo decir es que CNN es un sol en mi corazón, porque es una empresa a la que le tengo una gratitud enorme. (...) Estoy abierto para regresar allí. 

Yo me hice disponible a mis ejecutivos y les dije: “Si les sirvo, si les aporto valor, si creen ustedes que hay espacio para Ismael de vuelta, ¿por qué no? Si lo hice bien antes, creo que lo haré mejor ahora”. 

Ismael Cala comparte su confianza con Tania María López, su madre, la mujer que siempre respetó sus osadías y quien toma sus cursos. Aunque no pudo viajar a Perú junto con él y escuchar su voz en el Centro de Convenciones el último 18 de marzo, el ensamble emocional es incluso más fuerte que cuando Cala tenía 14 años y desistió de unirse a las primeras filas de la religión. 

 El 18 de marzo de 2023, Ismael Cala dictó un seminario en Perú. Foto: Making Connexion

El 18 de marzo de 2023, Ismael Cala dictó un seminario en Perú. Foto: Making Connexion

—¿Por qué te desencantaste del sacerdocio?

—Ah, ¿te puedo ser honesto? Por el tema del celibato. Un adolescente que se masturba no puede ser célibe. Discúlpame. Yo hablo las cosas como son. Ya no intento gustarle a todos . (...) Yo tenía, como cualquier adolescente, interés en descubrir mis hormonas, a dónde me llevaban.

Ahora su interés marcha hacia la convergencia: prensa y mentoría. Una convergencia que ya tuvo un paradero cuando Larry King, la celebridad estadounidense, le ofreció tiempo y didáctica: “Creo que me fue extremadamente bien porque tuve a un gran maestro y creo que, humildemente, fui un muy buen discípulo”.