Espectáculos

Nacho Fresneda: “Hay muchas barreras que derribar”

Un mundo para Julius. Actor español que da vida a Juan Lucas en versión cinematográfica señala que el contar historias sirve para que el público se haga preguntas.

Fresneda calificó como "enriquecedor" laborar en una producción peruana. Foto: difusión
Fresneda calificó como "enriquecedor" laborar en una producción peruana. Foto: difusión

¿Cómo así llega a la versión cinematográfica de Un mundo para Julius?

Trabajar en esta profesión, tener trabajo, poder sacar una gira adelante sin dedicarte a otras cosas es tremendamente complicado. Por eso digo, solo con trabajar, con que se acuerden de ti y suene el teléfono, yo ya me siento muy afortunado. Gracias a la suerte, al trabajo, a muchas cosas, he podido hacer mucho cine, televisión y teatro con gente muy talentosa. He aprendido mucho, cada vez me lo paso mejor y yo creo que tener esa antena abierta hizo que llegase a mí este proyecto y cruzara el charco para Un mundo para Julius. He trabajado en México, Colombia, ahora en Perú y es algo que me fascina. Me parece que es la magia del idioma, del cine. Creo que hablamos lenguajes muy parecidos, ya no solo la lengua en sí. Tenemos una manera muy no sé... a mí me resulta muy enriquecedor trabajar con ustedes y es una línea que me gustaría que permaneciera siempre abierta. Ha sido de casualidad estar abierto a proyectos que te aportan como artista, como ser humano.

Rossana (Díaz Costa) señaló que las adaptaciones hay que verlas como interpretaciones. ¿Qué es lo que busca en un guion?

Rossana tiene un talento descomunal para hacer cine y para hablar de cine. Yo he aprendido mucho con ella, además, desde su exposición tan calmada, haciendo que el equipo esté entregado al proyecto, ha sido una suerte trabajar con alguien de su sensibilidad. Nosotros los actores somos una cadena más, somos un color más en la paleta para que la historia se cuente. Yo, en este caso, busco que me emocione, que no lo haya hecho antes, que me resulte complicado, difícil, un reto. Y en ese guion, cuando leí la novela, me volví loco. La había leído en la secundaria, pero el releerla fue muy bonito. Te pone en un lugar que te hace preguntarte muchas cosas y mi personaje, siendo tan homófobo, tan clasista, creo que aportó ese color en esa historia tan vigente en el momento que se escribió y desgraciadamente hoy mismo.

Un mundo para Julius

Un mundo para Julius

Pareciera que no se escribió hace cincuenta años.

Creo que hay muchas barreras que derribar. Evidentemente, hay mucho trabajo que hacer y creo que nosotros, desde nuestra humilde posición de contadores de historias, pues por lo menos podemos lanzar preguntas y poner espejos. No creo que arreglemos nada, una canción, un cuadro, una película no cambiará el mundo, pero ayuda a que nos hagamos preguntas y creo que eso también es muy positivo y hace que valga la pena nuestro trabajo.

¿Cuánto cree usted que el encierro golpeó a la industria?

Ha golpeado a la industria, a la sociedad y a la gente más mayor, que no pudo ir al parque, no pudo jugar una partida con los amigos y eso creo que les ha hecho mucho daño y realmente no se lo merecían. A mí la gente mayor me ha provocado mucha ternura en esta pandemia, en este confinamiento. Y luego la gente más joven, los chavales que tienen que salir de su casa para encontrar su lugar en el mundo y de repente todo se les cortó. Y en la industria, claro, la hemos pasado mal como todos. La cultura nos ha dado que a priori parezca básico que necesitemos ponernos Netflix o HBO o TV Española o lo que fuera. Necesitábamos tener contenidos para que nos cuenten historias, necesitábamos escuchar una canción, leer un libro, leer un poema y entonces resulta que sí era básico, pero menos para mí (sonríe). Entonces, bueno también hemos aportado nuestro granito de arena.