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Laly Goyzueta tras ser voluntaria de Sinopharm: “Si no lo hace uno, ¿quién?”

Laly Goyzueta se ofreció como voluntaria de los ensayos clínicos en busca de la ansiada vacuna de coronavirus y, tras la aplicación de su segunda dosis, contó a La República que desea apoyar a la ciencia.

La famosa actriz contó a La República sobre su experiencia con la investigación de Sinopharm y resaltó el trabajo del personal de salud. Foto: composición Instagram
La famosa actriz contó a La República sobre su experiencia con la investigación de Sinopharm y resaltó el trabajo del personal de salud. Foto: composición Instagram

La actriz Laly Goyzueta coincidentemente se convirtió en la última voluntaria del ensayo clínico llevado a cabo por Sinopharm en busca de la vacuna de coronavirus. Desde entonces ha sido partícipe de la investigación y se ha convertido en una portavoz de la ciencia a través de redes sociales.

Días después de recibir la segunda dosis de la sustancia, la también empresaria conversó con La República y habló sobre su experiencia con los profesionales de la salud y científicos; así como del rebrote de la enfermedad que se ha presentado durante los primeros días del 2021.

Laly Goyzueta

Laly Goyzueta junto a científicos y personal de salud que labora en el ensayo clínico de Sinopharm. Foto: Instagram

Naturalmente da un poco de temor que prueben algo en tu cuerpo. ¿Cómo decidiste ser parte del ensayo clínico de Sinopharm y qué fue lo que te motivó?

Vi publicaciones en redes sociales sobre muchas personas y artistas que se iban sumando, como Josefina Towsend y Jason Day, a quienes sigo en redes. Me pareció súper valiente de su parte. Luego ya se difundió la última convocatoria para el ensayo y como se mencionaba que este sería el último grupo en participar, ese día investigué y estuve buscando en internet información sobre la vacuna para yo también sentirme confiada y que mi familia se quede tranquila.

¿Cómo fue el proceso de inscripción?

Luego que decidí ser voluntaria, entré a la página y me inscribí. Después de varios días me llamaron y fui. Ya pasó poco más de tres semanas desde que tuve la primera dosis. Me dijeron que vaya entre las 8.00 a. m. a 12.00 p. m., pero cuando llegué casi me desmayo, había mucha gente. Lamentablemente completaron los cupos antes que llegue mi turno.

Mi esposo debía recogerme, habíamos quedado en eso. Pero no sabíamos que los cupos iban a agotarse, entonces me quedé esperando y leyendo un libro para poderme distraer hasta que él llegase.

Pasó un buen rato, todos ya se habían ido, y justo salió un doctor que me dice: “Señora, ¿todavía quiere ponerse la vacuna? Porque hay una persona que no cumple todos los requisitos y necesitamos a alguien para cerrar hoy el estudio”. Entonces, esa dosis estaba destinada para mí.

¿Cómo fue para ti saber que con tu ayuda lograron culminar una de las etapas más importantes del ensayo?

Fue emocionante, porque al final tocaron como una campana para comunicar que se logró el objetivo de encontrar a todos los voluntarios y administrarles la sustancia. Todos aplaudieron y yo también. Con decirte que yo he conversado con todo el personal, con todo el equipo y me decían que ha sido agotador, fines de semana tras fines de semana.

¿Cómo reaccionó tu familia al conocer tu decisión?

Mi hijo tuvo un poco de miedo y me preguntaba por qué yo debía ofrecerme para el ensayo. Entonces le dije: “porque si no lo hace uno, ¿quién lo va a hacer?”. No tengo que esperar que lo haga otro y espero que algún día se sienta orgulloso de mí por haber ayudado con un minúsculo granito de arena a la ciencia.

¿Tuviste cuidados especiales luego de que te pusieran la primera dosis?

Ellos te recomiendan que no hagas nada de esfuerzo, pero yo me puse a hacer mis cosas normal y me dolió un poco el brazo. Un poco de dolor de cabeza, me sentí con un poco de calentura, pero nada que te impida hacer tus actividades.

Al siguiente día sí me sentía cansada, con sueño. Ahí llamé a mi monitora Alison, que es la persona que examina todo lo que vamos sintiendo.

Entonces sí son rigurosos con el control de los voluntarios.

Sí, para qué. Mi monitora es increíble. Dentro de la página que tienen ellos te dan dos opciones, indicar si te sientes bien o mal. En caso indiques que estás teniendo algunas molestias, ellos te llaman. Yo no he sentido un malestar como para decir que me siento mal, pero igual tenemos acceso a poder comunicarnos con el personal las 24 horas del día.

Laly Goyzueta

Laly Goyzueta junto a científicos y personal de salud que labora en el ensayo clínico de Sinopharm. Foto: Instagram

En redes sociales se ha comentado mucho sobre la eficacia de la vacuna, de la procedencia y hay mucha gente que ha indicado que no piensa acceder a ella. ¿Qué opinas sobre esos comentarios?

Me parece que las personas deberían dejarse de prejuicios para estas cosas. Tú tienes que ver que la efectividad sea buena, se sabe que muchas vacunas que se usan en la actualidad no superan el 60% de efectividad. Hay que informarse.

Yo he contado mi caso porque para mí fue muy emocionante ser la última del estudio. Creo que a los voluntarios deberían preguntarnos sobre nuestra experiencia, eso despejaría muchas dudas y estigmas también.

Me duele mucho, siendo sincera. Incluso yo participé de una reunión de Zoom en la que tildaron de ‘sonsos’ a los voluntarios. Me pareció muy egoísta y ruin.

Además porque al fin y al cabo están ofreciendo su salud.

Exacto, es algo que se debe hacer en beneficio de todos. Yo no soy especialista en ciencia, pero al estar cerca a este estudio estoy aprendiendo un montón y según lo que me han comentado los expertos, es muy importante que la data de esta investigación se obtenga aquí en el Perú. De esta manera se puede tener información sobre la vacuna en relación a la genética particular del peruano. Eso te da cierta certeza.

Además, esta vacuna (Sinopharm) al igual que la AstraZeneca tienen una logística que no requiere una refrigeración de -70 grados (°C) y garantiza que esa sustancia puede llegar no solo a Lima, sino a diferentes partes del Perú. Queremos la vacuna para todos, Lima no es el Perú.

Porque el coronavirus ha afectado a todos de alguna u otra manera.

Sí, yo he perdido mi tío por COVID-19. He tenido a mi tía, primo y tío enfermos y sé en carne propia lo que es vivir esta enfermedad en familia. Yo no quiero que ninguna familia peruana pase por esto si se puede evitar de alguna manera. No entiendo a la gente que dice que el coronavirus no existe, si la gente se está muriendo.

¿Cómo te ha afectado la pandemia en tu negocio?

Con mi esposo tenemos un emprendimiento de snacks saludables (Muffit) y claro, hay que salir a comprar los insumos, repartir. Esas cosas tenemos que hacerlas, pero con responsabilidad. Gracias a Dios iniciamos antes de la pandemia, porque teníamos varias cosas como el registro sanitario y otras cosas. Pero no es el caso de todos, hay personas que tienen que salir a buscarse el sustento. No ha sido fácil para nadie, tenemos que aprender a vivir.

Laly Goyzueta

La actriz inició Muffit, un negocio de snack saludables, en el 2019. Foto: Instagram

En los últimos días se ha visto un aumento de casos de coronavirus, luego de las celebraciones de fin de año. Tú, como voluntaria, ¿qué opinas sobre la exposición innecesaria a la enfermedad?

Ya todo el mundo parece que se relajó, es comprensible, pero no podemos tirar la toalla. Yo solo pido que investiguen, que busquen, que no se dejen llevar por la gente que quiere alarmar, por la gente que quiere hacer política de la pandemia. Yo me vacuno primero por mi familia, por mi país y por la ciencia, por eso estoy ahí.

Confíen en los científicos y doctores peruanos, que están haciéndolo muy bien. Yo solo quiero que todo mi país pueda tener la vacuna y por eso este trabajo que estamos haciendo los voluntarios vale la pena.

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