Mario Vargas Llosa: un viaje íntimo hacia los orígenes
Documental. El nobel peruano está grabando escenarios de su vida para un documental de TV Azteca. Su hijo, Álvaro, es el creador y conductor del proyecto fílmico. Aquí algunos detalles.
Por María Morales Isla
Todo se inició aquí. “Aquí nació la persona, la experiencia vital, gran parte de los personajes y de todo lo que conforma parte” del universo Mario Vargas Llosa, afirma su hijo Álvaro, con quien viene rodando desde hace meses en distintas ciudades un documental sobre la vida del autor de La ciudad y los perros.
Y Lima ha sido ahora el punto de encuentro del escritor con sus lectores. Es un viaje hacia sus orígenes y experiencias más íntimas.
Durante dos días, el nobel peruano recorrió los espacios que marcaron su infancia y juventud en la ciudad, cuando estuvo bajo la figura de un padre autoritario. Allí se descubrió con dureza. Sin embargo, esta vez la mirada cambia, es afable, es Álvaro, con quien conversa en complicidad, a modo de revisitarse a sí mismo, en una serie documental producida por TV Azteca, de 10 a 12 capítulos, acerca de su vida y obra.
El documental
La figura paterna es uno de los hilos transversales en la vida y obra de Mario Vargas Llosa, pero también lo es para Álvaro, quien siempre lo ha acompañado, y desde hace años venía pensando este documental. Pensó en una miniserie, donde se aborde la vida, la política y la literatura de su padre.
Esta conversación documentada la tomó el Grupo Salinas, de TV Azteca, quienes dieron los implementos necesarios para la grabación del documental. Una productora con quien Vargas Llosa ha trabajado anteriormente.
Aunque Mario Vargas Llosa ha estrenado el reciente documental Mario y los perros, del director español Chema de la Peña, hay una diferencia entre ambos. Sobre este último, el que se está grabando, se trata de un relato más íntimo, el autor se dirige al público. Pero, al conversar con su hijo, pierde lo monótono, pues en ellos hay complicidad.
“Es él mismo a través de la conversación conmigo, contándole al público su vida. El tono es confesional. Lo ves en los mismos escenarios que ocurren los aspectos de su vida”, señaló Álvaro.
Paseos por la ciudad
Una llegada que debió ser silenciosa, se vio interrumpida por sus seguidores, actitud que Mario Vargas Llosa celebró. Sintió el calor de la gente. “Digamos que indica que no es gratuita, es la información que se da por todos lados sobre la Feria del Libro. No creo que haya sido por razones políticas, sino por razones literarias”, dijo Álvaro.
El nobel recorrió las calles del Centro Histórico de Lima. Luego fue hasta la Casona de San Marcos. “Tenía que ser ahí, porque él estudiaba Letras y Derecho. Fue emocionante entrar a la Casona. Contó su experiencia en el lugar de los hechos, de una manera más detallada”, afirmó el hijo del escritor.
Aunque perdimos sus rastros después de su paso por San Marcos, pudimos tener acceso a los detalles de los lugares que visitaron. La siguiente parada, el colegio Leoncio Prado, donde el autor recordó su novela La ciudad y los perros. Visitó los cuartos de los cadetes. Allí vivió las experiencias más traumáticas del colegio, pero también se forjó como escritor. Allí no solo se originó una novela, sino también una personalidad.
Pero el periplo no culminó. Filmaron ayer en la Costa Verde, Miraflores, donde vivió un tiempo con su familia. También por La Perla y Magdalena. Todos los recuerdos de su adolescencia volcaron en él. Pero quizá, la remembranza más sublime fue la de aquella amistad que forjó con el recordado pintor Fernando de Szyszlo. El autor de Conversación en La Catedral conversó con su hijo en la casa de su gran amigo. Es un homenaje que le rinde al destacado pintor.
Después visitará los escenarios de Lima antigua, todo antes de que comience la FIL Lima 2019. El evento en homenaje al universo MVLl también formará parte de la grabación. Las tres actividades en las que participarán tendrán relación con su país y la literatura latinoamericana, puntos claves para el documental. Y partirá a Arequipa.
La última parada
El último programa del documental fue en Princeton, donde Álvaro Vargas Llosa preguntó a su padre sobre los proyectos que realizará de aquí a 5 años. Se escogió ese lugar porque allí están todos los manuscritos y la idea es digitalizarlos. Sin embargo, es probable que no sea el final, pues su hijo tiene pensado grabarlo en unos años para cotejar si sus logros se han concretizado en esos años.
Y es que con Mario Vargas Llosa la actividad intelectual nunca acaba (y tampoco debería).