Estreno. Jesús Neyra habla de unipersonal, bajo la dirección de Bruno Odar. "Hamlet tiene un pesimismo y una confusión en su vida y odio hacia el mundo, que me parece que todos podemos empatizar, en algún momento con este tipo de personajes", dice. ,Jesús Neyra se pone en la piel de uno de los personajes más analizados y personificados de William Shakespeare. Se trata de Hamlet y Hamlet. Ser o no ser, bajo la dirección de Bruno Odar. Va los miércoles 19 y 26 de junio y 3, 10, 17 y 24 de julio en el Teatro Británico. Hay mil versiones de ‘Hamlet’. ¿Cuál es la mirada que le das? Es una versión libre que ha hecho Bruno Odar de este clásico que todos conocemos. Una adaptación que quiere enfocarse en la ausencia del padre. En la obra, el padre es un militar bastante violento, tal vez un asesino, no tenemos mucha información. Lo que sucede en la obra es que empieza a emular al padre como todos lo hacemos, día a día, pero a su vez empieza a librarse un poco de su sombra. Las cosas que no le gusta, las abraza, las que no, las deja. Por ahí va un poco. PUEDES VER Eva Ayllón saca cara por Susan Ochoa tras humillación en 'El artista del año' ¿Es una coincidencia que se estrene en fecha cercana al Día del Padre? (Ríe). Recién me percato de ese detalle, no ha sido premeditado, pero ahora que lo mencionas, ¡qué vivan las coincidencias! ¿Y cómo te llevas con tu padre? Es una relación maravillosa. Mi padre siempre ha sido mi mejor amigo, siempre quiso que juegue fútbol, algo que hice, y cuando decidí ser actor, un poco que la relación cambió, pero nunca dejamos de ser amigos. Ahí estamos como toda relación de padre e hijo, compleja y amorosa a la vez. Bruno Odar ha dicho que todos tenemos un Hamlet dentro. Si, definitivamente, un Hamlet negro, porque es un personaje oscuro. Tiene un pesimismo y una confusión en su vida y odio hacia el mundo, que me parece que todos podemos empatizar, en algún momento con este tipo de personajes. PUEDES VER Hija de Jessica Newton responde si rompió con Deyvis Orosco ¿Eres mucho de analizarte, de torturarte? Sí, claro. Voy a terapia siempre, eso me ayuda a volver un poco al centro, a recuperar el norte que se pierde tan fácil. ¿Es más frecuente eso en los actores? No sé si es cuestión de profesión, pero lo que sí sucede entre los actores es que en cada función le pedimos a nuestro sistema nervioso, a nuestra médula, que pase a tener las emociones de otros, durante 2 o 3 horas. Y eso es bastante extraño porque al terminar la función sales un poco movido, con la energía de un personaje y te cuesta regresar a la tuya y ponerte en blanco. Eso es una cosa bastante extraña. Yo, hasta ahora, sigo tratando de entenderlo porque jugamos un poco con nuestra propia emotividad y equilibrio para ser otros. PUEDES VER Romina Lozano y su inesperada reacción tras ver a Nicola Porcella con su expareja ¿En el caso de Hamlet cómo vas? Hay personajes que cuestan más en salir, hay una carga dramática mucha más alta a la tuya actual y sí,claro que te cuesta. Por ejemplo, Hamlet es un personaje que no solo odia al mundo sino que es sumamente político, que habla del suicidio y quiere atentar contra su vida. Es un personaje que tiene un mundo interior confuso, oscuro y eso sí resuena en uno cuando termina la función. Al acabar la temporada, buscaré una playa y una cerveza. Siendo un unipersonal, pesará más. Sí, es terrible. Son sentimientos encontrados. Estoy feliz y preocupado a la vez. Pero Bruno fue mi primer profesor de teatro y tengo una confianza enorme. Él es de uno de los mejores del teatro clásico del país. Estoy en sus manos y lo único que me queda, es confiar y estoy contento con lo que está consiguiendo. Es difícil verte desde fuera, pero sé a dónde está llevando al personaje.