Condenado. La justicia declaró culpable al comediante por tres cargos de violación contra Andrea Constand. Ahora purgará prisión entre 3 y 10 años. Salió esposado del juzgado rumbo a una cárcel estatal.,Un hecho sin precedentes en tiempos del #MeToo. El comediante y exconductor de televisión Bill Cosby, de 81 años, sindicado por abuso sexual a medio centenar de mujeres, fue condenado ayer a entre tres y diez años en prisión, tras haber sido declarado culpable por tres cargos de violación contra Andrea Constand, una mujer a la que conoció en la Universidad de Temple y a quien drogó y dejó inconsciente antes de abusar de ella hace más de 14 años. El juez del Pensylvania denegó su solicitud de fianza y ordenó su ingreso inmediato en prisión, además, lo declaró ‘un depredador sexual violento’ que disfruta al violar a mujeres jóvenes, como informó una psicóloga. PUEDES VER: Kool and the Gang: “Vamos a divertir a los peruanos” Lo que le queda, pero todavía en un plazo de tres años, es solicitar la libertad condicional. De hecho, su defensa anunció que recurrirá la sentencia. Hasta el final, Cosby negó las acusaciones pues argumenta que todas las relaciones fueron consentidas. Se enfrentaba a una pena de diez años por cada uno de los tres delitos de agresión sexual de los que estaba acusado por el caso de Constand. La Fiscalía pedía entre cinco y diez años de cárcel; sin embargo, en la sentencia, el magistrado tuvo en cuenta la edad de Cosby y que no contaba con antecedentes. “Ha llegado el momento de la justicia, señor Cosby, todo esto se le gira en contra”, afirmó el juez O’Neill al condenarlo y repitió las palabras de Constand en el juicio sobre cómo el cómico cogió su “precioso y joven espíritu y lo destrozó”. Tras el dictamen de la sentencia, la abogada Gloria Allred destacó que el actor nunca mostró remordimientos. “Ha sido un largo camino hacia la justicia”, señaló a la prensa. En tanto, Ebonee Benson, portavoz de Cosby, calificó la sentencia de una “gran injusticia” basada en “pruebas falsificadas”. El cómico salió de la sala del juzgado escoltado por policías con el rostro cabizbajo y las manos esposadas. En el exterior, bajo una intensa lluvia, se subió a un vehículo policial rumbo a la cárcel. Allí mismo, a unos metros de la escena, y bajo esa intensa lluvia, varias de sus otras víctimas cuyos casos no progresaron pues prescribieron, celebraban entre abrazos y lágrimas la poderosa caída de un mito sobre el que pesan más de 60 denuncias de acoso y abuso sexual. Ahora Bill Cosby tendrá que pagar, en parte, lo que hizo y lo hará en el ocaso de su ya miserable vida.