EE.UU. activa aranceles del 100% y desata nueva guerra comercial
El arancel del 100% impuesto por EE.UU. reordena el comercio global y fuerza a las empresas a producir dentro del país o pagar el precio.
- Trump mueve la Fed y rompe récords con sus aranceles: ¿por qué importa a tu bolsillo?
- Trump anuncia aranceles del 100% a importaciones de chips y semiconductores: “Si estás fabricando en EEUU, no hay cargo"

El presidente Donald Trump anunció un arancel del 100% a todos los semiconductores importados, salvo aquellos cuya producción se relocalice en suelo estadounidense. La medida, respaldada públicamente por el CEO de Apple, Tim Cook, ha tenido un efecto dominó inmediato.
La respuesta de Apple no se hizo esperar: la gigante tecnológica destinará US$100.000 millones adicionales en inversión local en los próximos cuatro años, elevando su compromiso total a US$600.000 millones. Esta decisión no solo fortalece su imagen frente a Washington, sino que también reconfigura su rol como engranaje clave en la estrategia industrial de EE.UU.
TE RECOMENDAMOS
LAS CONTRADICCIONES DE RAFAEL LÓPEZ ALIAGA EN EL CADE | ARDE TROYA CON JULIANA OXENFORD
“El nuevo programa de manufactura busca fomentar empleo e impulsar tecnologías de producción local avanzada”, explica Felipe Mendoza, analista de mercados financieros en ATFX LATAM, a La República.
El impacto en bolsa fue casi automático. Las acciones de Apple y Nvidia subieron, mientras que Broadcom, más expuesta a cadenas globales, cayó. La política de “producción sí, importación no” empieza a dibujar ganadores y perdedores.
Aranceles como anzuelo de inversión
Trump, fiel a su estilo, fue directo: en su red Truth Social celebró que “miles de millones de dólares en aranceles están entrando ahora en Estados Unidos”, en alusión a sus nuevos tributos “recíprocos” que afectan a varios socios comerciales.
Más allá de la retórica, la jugada es clara: usar los aranceles como palanca para atraer capital productivo. De hecho, el mandatario está evaluando excepciones arancelarias para aquellas empresas extranjeras que inviertan directamente en EE.UU. En otras palabras: o produces aquí, o pagas el doble.
La tasa arancelaria efectiva para los consumidores estadounidenses ha trepado al 18,3%, la más alta desde 1934, y se espera que cierre el año en 17,3%. En el camino, ya se impuso el mayor arancel jamás aplicado a un país desarrollado: Suiza.
Mercados en alerta por tasas, bonos y divisas
Pese al clima de tensión, los mercados reaccionaron con optimismo moderado. Los futuros en EE.UU. subieron, ayudados también por el giro más “dovish” (moderado) de la Reserva Federal. Por primera vez en cuatro meses, la tasa hipotecaria a 30 años bajó del 7%, lo que alivió a los compradores de vivienda.
Pero no todo es calma. Según Felipe Mendoza, los especuladores han elevado sus apuestas contra los bonos del Tesoro a 10 años a niveles históricos, lo que refleja un entorno de tasas incierto.
Al mismo tiempo, los fondos sistemáticos (CTAs) siguen empujando al alza al Nasdaq, que ha marcado nuevos máximos cerca de los 22.500 puntos. “El sesgo sigue siendo alcista mientras no se rompa el nivel técnico clave de 6.166 puntos”, señala el experto.
En divisas, el dólar retoma protagonismo. Si bien el índice DXY aún muestra una posición neta corta (-1,84%), ha ganado impulso con un Z-score de 2,51. Las monedas más fuertes frente al billete verde son el dólar canadiense, franco suizo y peso mexicano, mientras que el euro, la libra y el yen siguen debilitados.
Como si todo esto fuera poco, se confirmó una reunión próxima entre Trump y Putin, lo que añade tensión al panorama. En paralelo, la Reserva Federal evalúa un recorte de tasas en septiembre, según declaraciones de tres de sus miembros, incluida Mary Daly, de la Fed de San Francisco.
La vacante dejada por Lisa Cook podría ser cubierta temporalmente por un miembro del actual equipo de Trump, lo que consolidaría aún más la influencia del Ejecutivo sobre el banco central.
Europa se desacelera, China repunta y Japón se enfría
Mientras EE.UU. impone aranceles y busca reindustrializarse, Europa lucha con datos decepcionantes. Alemania reportó una caída del 1,9% en su producción industrial, muy por debajo del -0,5% esperado, lo que presiona al BCE a tomar decisiones más agresivas.
En el otro extremo, China sorprendió con exportaciones e importaciones al alza, pese a las tensiones con Washington. Las exportaciones crecieron 7,2% y las importaciones 4,1% en julio. Además, el Banco Central de China sigue comprando oro por noveno mes consecutivo, en una aparente estrategia para blindarse ante una posible fragmentación monetaria global.
Japón, por su parte, revisó a la baja su crecimiento para 2026: de 1,2% a 0,7%, reflejando un mayor pesimismo ante el deterioro del comercio internacional.
¿Qué viene ahora?
Según Felipe Mendoza, el mundo financiero se encuentra en una bifurcación clave: “Por un lado, está el relato de la reactivación industrial y el recorte de tasas; por otro, la amenaza de una fragmentación comercial más profunda”.
Para los inversionistas, esto significa apostar por sectores con fuerte exposición a la manufactura local, tecnología defensiva y menos vulnerables a shocks geopolíticos. La volatilidad no desaparecerá pronto. Pero quien sepa leer el nuevo mapa del poder comercial y monetario, podría anticiparse y aprovechar la ola.























