Economía

Emprender desde las raíces del cacao, el arte y la exportación textil

Fortaleza. En el marco del Día Internacional de la Mujer, Adela Siancas, Karla Aranda y Samantha Castellano cuentan cómo lograron sacar a flote sus propios negocios tras haber sido impactadas con la llegada de la pandemia y con el alza de precios.

Conoce las historias de las emprendedoras Adela Siancas, Karla Aranda y Samantha Castellanos.
Conoce las historias de las emprendedoras Adela Siancas, Karla Aranda y Samantha Castellanos.

"¿Qué es el verdadero chocolate?", se preguntó Carmen Adrianzén luego de leer un informe sobre los orígenes del cacao en el Perú. Encontrar la respuesta fue lo que la llevó a crear Scrap & Chocolates, negocio que mantiene con sus dos hijas: Ingrid y Adela. Al comienzo, el emprendimiento era solo un hobby, para el cual usaban sucedáneos de chocolates, aquellos que no poseen materia prima de cacao. Ahora, trabajan exclusivamente con cacao de Piura y Cusco, de diferentes zonas cacaoteras como La Quemazón, Palo Blanco, Platanal Bajo, La Pareja, entre otras.

Adela Siancas, hija menor de Carmen, nos cuenta que decidió dejar su puesto en recursos humanos para acompañar a su familia en el negocio, que se formalizó ante Sunat en el 2013.

Para Adela, la pandemia golpeó duro al rubro debido a que muchas empresas no estaban listas para temas comerciales y digitalización de sus tiendas. Sin embargo, para ellas significó tiempo para poder mejorar la imagen de su chocolatería.

En esa línea, uno de los principales retos que afrontan es el transporte del cacao desde regiones hacia Lima. “Lo que nos afecta es el tema de fletes. No solo es el trayecto de Piura a Lima, sino que se trae de zonas alejadas”, detalla la emprendedora.

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Además, menciona que hubo un incremento en el costo de los empaques para sus productos, que subió entre 50 céntimos y un sol.

Aparte de dedicarse a transformar granos de cacao en chocolates de leche, amargos y semiamargos, la familia de Adela forma parte del proyecto Semillas de Cacao, donde dan capacitaciones a 15 madres rurales de Piura, y de Dulce Esperanza, que consiste en guiar a mujeres cusqueñas que se encuentran en la cárcel de Quillabamba en la preparación de chocolates para su comercialización.

Cerámicas para crecer

Karla Aranda describe su trabajo artístico como de estilo pop y tierno. Las tonalidades pasteles son las que más usa para dar color a sus ilustraciones, fanzines, esculturas, polos, tazas, platos, pipas y, próximamente, bolsos. Al terminar sus estudios en Comunicación Audiovisual, no encontró trabajo en el rubro, lo que la llevó a tomar una de las decisiones más valientes: ser independiente y vivir del arte. En el trimestre noviembre 2022 y enero 2023, la tasa de desempleo en Lima metropolitana se ubicó en 8,0%.

“En el 2017 comencé con las ilustraciones, ya en el 2019 quise experimentar, quería que los personajes de mis ilustraciones no se quedaran solamente en papel. Me animé a empezar con el proyecto también”, nos cuenta sobre Darla No Está, emprendimiento que lleva el nombre de su alter ego en una de sus historietas.

Karla fundó Darla No Está. Foto: Gerardo Marín/La República

Karla fundó Darla No Está. Foto: Gerardo Marín/La República

Una de las circunstancias más difíciles que afronta es el poco apoyo al arte en Perú. Asimismo, los materiales con los que trabajaba también han presentado un incremento. “Han subido los insumos cerámicos como la arcilla y las pinturas. La pasta cerámica está tres soles más y las pinturas cerámicas han aumentado al doble”, nos manifiesta Karla.

Aparte de la venta de objetos, también realiza clases de cerámica presenciales para principiantes: 'Chelas y cerámica' fue el eslogan del último taller que lanzó, donde nos cuenta que la mayoría de los asistentes son mujeres a las que enseña a expresarse por medio de la arcilla.

Exportar e inspirar

“Como vivir una aventura”, define Samantha Castellano la experiencia de sacar adelante —hace 9 años— Soft Cotton Sourcing, empresa dedicada a la textilería. Nos cuenta que junto con su socio, Edgard del Águila, buscaron algo que les aportara directamente y les permitiera avanzar profesionalmente. Actualmente, exportan sus productos a Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido.

Persistencia. Samantha Castellano emprendió hace 9 años. Foto: Félix Contreras/La República

Persistencia. Samantha Castellano emprendió hace 9 años. Foto: Félix Contreras/La República

Samantha nos cuenta que ha atravesado momentos difíciles en los últimos años. En primer lugar, la Covid-19 redujo el aforo de su personal de trabajo entre 30% y 40%.

“Fue muy complicado saber que íbamos a tener que parar la operación; además, con órdenes del curso. Otro problema fue la preocupación y el cuidado de la salud del equipo”, reiteró. Posteriormente, la crisis del algodón también marcó al sector. “En el periodo del 2021 hubo una disminución del 25% en la producción mundial de algodón”, señala. Si bien esto favoreció al Perú porque contaba con una buena racha de órdenes, no había “la capacidad de abastecimiento a tiempo”.

Asimismo, tuvieron que hacer frente al incremento de los precios de las telas, que subió hasta en un 50%. En esa línea, la guerra entre Ucrania y Rusia trajo consigo también un aumento de hasta el doble en el precio de los fletes. Pese a todo, Samantha ha podido sobrellevar los obstáculos. Al cierre del 2022, la exportación de textiles sumó US$1.427 millones, de acuerdo al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Claves

Avance. Durante el 2021, la producción peruana de cacao alcanzó las 157.859 toneladas, mientras que de enero a marzo del 2022 hubo un descenso del 0,7% debido a las condiciones climáticas, según los últimos datos del Midagri.