Stock de GLP en grifos se normalizará en 24 horas
Altamar. Arribo de buques contenedores debería colmar nuevamente grifos en Lima, en una situación que debería replicarse para el Turbo A1 de aviones, según el Minem.
Con el desembarco ayer de los buques Mar Pacífico y Colca en los terminales multiboyas de Zeta Gas y Solgas, la oferta de gas licuado de petróleo (GLP) en la capital debería regularizarse en las 24 próximas horas, al igual que en otras ciudades afectadas por los oleajes anómalos en el resto del país.
Abel Camasca, gerente de la Asociación de Plantas Envasadoras de Gas del Perú (Aseeg), sostiene que, una vez anclados, los barcos tienen una capacidad de descarga que abastece al mercado en no más de dos días. Ello, luego de reconocer que la especulación se puede apoderar de algunos proveedores ante las noticias que alarman innecesariamente a la población.
“Esto va a complementar el almacenamiento para atender Lima, que consume el 70% del GLP en Perú. Estos barcos, que se abastecen en Pisco, se toman tres días en ruta, con un ritmo de uno y medio descargando cada semana”, precisó.
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Declaración que replica las previsiones de la ministra Alessandra Herrera, quien en Consejo de Ministros aseguró ayer que “el desabastecimiento no se va a dar”, también en relación con el Turbo A1 para aviones.
En la víspera, este diario recorrió varios puntos de la capital y constató que el precio del GLP continuó elevándose, aunque en muchos casos los grifos que optaban por racionalizar simplemente dejaron de hacerlo, pues se les terminó el stock.
Así, en la zona este de Lima, algunos griferos con precios superiores a S/9 por kilo ya anunciaban que durante el día llegaría el gas, mientras otros, como en el de Javier Prado Este, que mantuvieron sus precios, se vieron colapsados de unidades.
Pero no solo en la capital. En Chiclayo, por ejemplo, el GLP inició la semana entre los S/9,70 y S/10,09, pero hasta ayer se elevó a S/11,29, con una afluencia de conductores reducida en 30% en grifos. En Piura, en cambio, en promedio el precio del GLP se mantuvo entre S/11,46 y S/11,39, sin registrarse mayores carencias. Trujillo vivió un ligero encarecimiento, pero siempre con existencias en grifos.
Aurelio Ochoa Alencastre, especialista en temas energéticos, sostiene que el reabastecimiento en provincias debería tomarse, como máximo, uno o dos días más después de Lima, pues la mayoría de ciudades del interior del país se atiende de manera virtual, es decir, por camiones como los vistos hace unos días haciendo cola junto a los de Lima por la alta demanda.
Desabastecimiento de GLP
No obstante, refiere que el problema también pasa por corregir la “distorsión” en el mercado respecto a las existencias mínimas en cada planta de GLP.
“El reglamento original, de 1994, especificaba 15 días como mínimo como reserva, y con esto se soportaban los oleajes. Esto se ha ido modificando hasta llegar a cinco días y ahora a dos. Con eso no se va lograr afrontar situaciones como esta, pues son fenómenos que datan de siglos atrás”, precisa Ochoa.
Minem: Lima nunca estuvo desabastecida
La titular del Minem, Alessandra G. Herrera, manifestó que las imágenes de vehículos formando colas en los exteriores de algunos grifos responde a que estos ofrecían las mejores ofertas en momentos en que hubo un retraso por el cierre de puertos. “En ningún momento ha habido desabastecimiento”, dijo la ministra.
Existe un GLP proveniente de la industria del gas natural y otro de la refinación del petróleo crudo, sin embargo una vez que sale de las plantas de fraccionamiento y/o de las refinerías no es posible distinguir entre uno y otro desde el punto de vista comercial.
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La clave
Oleaje. La descarga de GLP en Lima es muy sensible, pues existen tres líneas submarinas que reciben el combustible en el Callao, las cuales pertenecen a Petroperú, Solgas y Zeta gas. Cuando hay mar bravo, los primeros que se cierran son estos últimos.
Infografía - La República