Economía

Pescadores están a la deriva en un mar de petróleo

Compromisos. Más de 1.000 pescadores artesanales llevan cinco días sin generar ingresos directos por la extracción de recursos. PCM asegura que Repsol se ha comprometido a brindar trabajo a los afectados y otorgará canastas con víveres.

Afectados. Pescadores de Ancón estarían perdiendo cerca de S/ 60.000 diarios, mientras que sus pares ventanillenses pierden hasta S/ 40.000 por derrame de petróleo. Foto: Félix Contreras/La República
Afectados. Pescadores de Ancón estarían perdiendo cerca de S/ 60.000 diarios, mientras que sus pares ventanillenses pierden hasta S/ 40.000 por derrame de petróleo. Foto: Félix Contreras/La República

En tan solo cinco días, el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla ya arrasó con más de un millón de metros cuadrados en toda la costa peruana; en ese mismo periodo cientos de pescadores artesanales chalacos y anconeros han detenido sus labores ante las malas condiciones que les impide extraer el recurso con el que viven día a día.

El martirio anconero

A las 5:00 a.m., Jorge Rodríguez, un espinelero (pescador de alta mar) empieza la descarga de los bonitos y pericos que ha extraído en la madrugada de ayer. En diálogo con La República, el emprendedor admite que la contaminación no afectó la pesca de su embarcación, pero ha generado un sobrecosto de casi S/ 40.000 por la compra de tres cisternas de agua dulce que tendrá que mezclar con sal para lavar las 20 toneladas de pescado cazado porque el agua de mar está sucia.

Una hora y quince minutos después, hacen su aparición los rederos (hombres del mar que usan la red como su principal herramienta). Al límite del muelle, Pablo Victorio (65 años), con 52 años como pescador, espera al chalonero (persona que usa un bote con remo) para trasladarlo a su embarcación, donde acomodará las redes. Tres minutos después hemos llegado a la barca. Tawa, como prefiere que lo llamen, cuenta que hasta hace una semana llenaba como máximo dos jabas con hasta 8 manojos (8 docenas) de lorna y lisa, lo que le generaba ingresos de entre S/ 50 y S/ 80 diarios, ya que cada manojo se vendía a S/ 5,00. Esta escena se repite con Edgar Oscanóa, pescador de mariscos, y sus 63 compañeros más de la asociación de marisqueros artesanales cuyas pérdidas en el día alcanzan los S/ 150.

“Necesitamos un apoyo real del Estado o de la empresa”, manifestó.

De acuerdo con Gregorio Pacheco Campos, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apesca), gremio que alberga a más de 800 socios, la pérdidas diarias bordean los S/ 60.000. “Ahorita estamos siendo afectados cientos de compañeros que trabajan en la costa”, expresó.

Asimismo, dio cuenta de que Apesca también ha perdido ingresos de hasta S/ 5.000 por día, debido a que no pueden alquilar las bombas succionadoras de agua salada.

“Nosotros succionábamos el agua y le cobramos al mayorista para que genere un ingreso a la asociación. Estamos perdiendo aproximadamente más de S/ 5.000 de las grandes embarcaciones”, acotó el dirigente.

Sin respuestas

Al oeste, en el mar de Pachacútec, en Ventanilla, Anthony Chumpitaz, pescador de redes, señala que sus ingresos diarios llegaban a S/ 300 por un total de 8 a 12 jabas con pescados como la corvina, el lenguado, la chita, la pintadilla, el tramboyo, entre otros de carne blanca. Tras lo sucedido, el dinero no ingresa a las arcas.

“Nosotros estamos llanos a consensuar, lo que queremos es que se nos dé un subsidio para que nos cubra la canasta básica familiar hasta que termine esta desgracia que ha generado La Pampilla, porque si le cobro lo que estoy perdiendo, no me lo va a cubrir”, exhortó el trabajador.

José Llacuachaqui, dirigente de la Asociación de Pescadores Fundadores, Estibadores Artesanales de Playa Bahía Blanca (Aspefaea), refirió que los 200 socios están perdiendo entre S/ 80 y S/ 200, lo cual ascendería a S/ 16.000 o S/ 40.000 en pérdidas monetarias cada día.

El Ministerio de la Producción (Produce) señaló a este diario que han abierto una lista para que los pescadores artesanales se inscriban y —con base en ello— formar alternativas de apoyo. No obstante, resaltaron que están sujetos a las medidas del Ministerio del Ambiente y los municipios de Ventanilla y zonas afectadas.

En tanto, ayer la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, afirmó que Repsol se ha comprometido a cumplir algunas acciones frente a los impactos económico-sociales del desastre.

“Repsol se comprometió a contratar a algunos sectores afectados como los pesqueros artesanales para que trabajen en las labores de limpieza. Este trabajo será supervisado por el Estado porque tiene que hacerse con condiciones de seguridad, de capacitación (...) La empresa va a entregar en estos días canastas de productos básicos para las familias de las zonas afectadas”, expresó la primera ministra y enfatizó que estas medidas son independientes a la indemnización o reparación que debe dar la empresa.

Afectación letal para el turismo y pesca

El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, señaló que existe una letal afectación económica para aquellos que viven de manera directa e indirecta del turismo y pesca en esa zona del país.

“Los bañistas permitían que negocios relacionados con el turismo y la recreación generen ingresos económicos, los cuales ahora se han perdido”, apuntó.

Sánchez mencionó que Repsol debe hacerse responsable e indemnizar al Estado peruano, las familias afectadas, los pescadores artesanales y los gobiernos locales. Agregó que debería evaluarse la suspensión de la licencia de la empresa española.

Reacciones

Pablo Victorio, pescador de Ancón

“Nosotros vendemos nuestros productos al público, pero no están viniendo. De nuestra ganancia diaria, tenemos que invertir la mitad para nuestro combustible. Este desastre no se va a ir en 15 días, va a demorar mucho. Eso preocupa”.

Anthony Chumpitaz, pescador de Ventanilla

“Nosotros también nos dedicamos a hacer turismo, clases de natación, cadenas de restaurantes, pero ahora ya se perdió toda la inversión que se hizo. Yo invertí S/ 2.500 para esta temporada, que ya se fueron al agua”.