Minsa: ¿Cómo se distribuyen los gastos del presupuesto público en el sector?
El presupuesto para este año fue de más de 20 mil millones de soles. El 48% es gestionado por el Gobierno Central, el 50% por Gobiernos Regionales y el 2% por Gobiernos Locales.
A fines del 2018 se aprobó el presupuesto del sector salud 2019 por un monto que ascendía a 18 mil 200 millones de soles; sin embargo, a enero de este año dicho presupuesto fue modificado y superó los 20 mil millones de soles en total.
El 48% de ese monto es gestionado por el Gobierno Central, el 50% por los Gobiernos Regionales y solo el 2% por los Gobiernos Locales. Al respecto, la Asociación de Contribuyentes del Perú señaló que eso se da por la Ley de Descentralización, sin embargo, las capacidades del Ministerio de Salud (Minsa) para poder fiscalizar la ejecución presupuestal de los gobiernos regionales es limitada.
"Además, la falta de capacidad de los funcionarios de los gobiernos regionales y locales para generar contrataciones, procesos o compras es notoria y grave”, argumentó Jose Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú (ACP).
Todos los niveles deben ejecutar sus presupuestos para diversas partidas como planillas, servicios, bienes, equipos y medicamentos. Sin embargo, hay que resaltar que no existe centralización en el sistema de compras y contrataciones del sector salud, a causa de la dispersión del sistema.
Gasto corriente y gasto de inversión
El 81% del presupuesto del sector es gasto corriente, es decir, sirve para cubrir los costos fijos del sector en todas sus áreas y dependencias. De este porcentaje el 40% sirve para pagar planillas, es decir, más de 8000 millones de soles sirven para pagar sueldos; y el 31% para comprar bienes o servicios.
“El Perú es uno de los pocos países en el que hay 3 administrativos por cada doctor. Es decir, hay más personal no calificado que calificado. Y esto es algo de lo que se quejó el Director del Hospital Regional de Arequipa”, afirmó Beteta.
Solo el 18.5% del presupuesto total del sector se dedica a obras de infraestructura y de este porcentaje solo se ha ejecutado el 28%. Esto depende principalmente del gobierno central y está bastante atrasado. De hecho, de los 6 hospitales que el presidente Martín Vizcarra prometió el año pasado, solo se ha construido 1 y aún no recibe la conformidad por haber recibido varias observaciones.
De otro lado, el 9% del presupuesto total de salud es destinado a la compra de suministros médicos, que pueden ser productos farmacéuticos, el cual solo se ha ejecutado 35% de esta partida en todos los niveles.
Además de la partida de materiales e instrumentales, donde se encuentran por ejemplo los equipos médicos como incubadoras u otros para tratar a pacientes y hacer diversos exámenes. A la fecha, el gobierno central solo ha ejecutado el 50% de este presupuesto y los gobiernos regionales el 45%, cuando deberían estar ya cerca del 70% de ejecución.
Desabastecimiento de medicamentos
Respecto al desabastecimiento de medicamentos, el 4% del total del presupuesto se destina a medicamentos. A fines de agosto solo se ha ejecutado el 35% de esta partida. Casi el 60% de este sector está en manos del Gobierno Central y el 40% en los Gobiernos Regionales.
“Así como la falta de equipos y especialistas que los manejen es una realidad para el sector a nivel nacional, vale la pena resaltar que, hasta el 31 de agosto, solo se ha ejecutado el 30% del presupuesto de medicamentos para cáncer y enfermedades no transmisibles”, señaló Inés Marrache Echaiz, investigadora legal de ACP.
En cuanto a la compra de vacunas, el 55% del presupuesto para medicinas serviría para esta partida. Sin embargo, a julio de 2019 solo se había ejecutado el 2% del presupuesto. Entonces, el gobierno redujo la partida de compra de vacunas mes a mes.
Hoy, el Presupuesto Institucional Modificado se ha reducido de manera significativa, representando el 0,4% del presupuesto inicial, razón por la que ahora alcanza una ejecución del 49%.
Recomendaciones de la ACP
- Crear un solo órgano de compras y contrataciones para el sector salud que centralice pedidos de sanidades, EsSalud, Minsa y gobiernos regionales; gradualmente cubriría todos los aspectos de medicinas, equipos, infraestructura.
- Agilizar procesos de compra en todos los niveles, con un mayor nivel de fiscalización “ex-post”, de modo que los procesos no se entrampen y los pacientes no accedan a medicinas o suministros de manera oportuna.
- Fortalecer un solo órgano de evaluación de tecnologías sanitarias mucho más ágil y transparente. Los procesos deben tener criterios múltiples, y la sociedad civil, el sector privado y otras entidades deberían poder evaluar estos procesos.
- Se debería plantear incentivos para que los funcionarios ejecuten el presupuesto con variables de calidad, eficiencia, e impacto en la salud del paciente.
- Finalmente, el Minsa debe tener rectoría sobre lo que se compra, incluso cuando ya está en los almacenes y establecimientos de los gobiernos regionales. Esto se puede lograr gracias a nuevas tecnologías como el blockchain.