Los Wari, cultura preinca peruana, habría compartido cerveza con alucinógenos para unir a la gente y expandir su imperio
La bebida psicodélica favoreció la interacción amistosa entre las personas, en una época donde reinaba la guerra y violencia.
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La civilización Wari, que floreció en el Perú entre los años 600 y 1000 d.C., ha dejado numerosos vestigios arqueológicos que muestran sus complejas relaciones políticas y sociales. Ahora, un reciente estudio sugiere que los líderes de esta cultura preinca usaban cerveza combinada con sustancias alucinógenas para promover la unidad y la expansión de su imperio. El uso de este tipo de bebida podría haber sido clave en la construcción de poder en la región.
La Revista de Arqueología Americana expone cómo la mezcla de cerveza y alucinógenos podría haber fomentado la empatía y la cooperación para la expansión imperial. Según los investigadores, esta práctica consolidó alianzas y facilitó la integración de diversas comunidades bajo el dominio Wari.

Esta jarra se encontró en el sitio Wari de Conchopata y posiblemente contenía cerveza durante las fiestas. Foto: José Ochatoma
Los restos de una planta psicodélica
En los sitios arqueológicos de los Wari, se han encontrado semillas de la planta Anadenanthera colubrina, conocida comúnmente como vilca. Esta planta es famosa por sus efectos alucinógenos, y su presencia en las áreas asociadas con la producción de cerveza sugiere que podría haber sido utilizada como un ingrediente clave en una bebida ritual. Los arqueólogos han identificado que las semillas de vilca se hallaron cerca de restos de Schinus molle, una planta utilizada para elaborar una bebida fermentada similar a la cerveza.

Los investigadores encontraron restos de semillas de vilca que se habría mezclado en una bebida. Foto: World Seed Suply
Según los investigadores, la combinación de vilca con la cerveza habría producido efectos psicodélicos, conocidos por inducir una sensación de euforia y apertura emocional. Esto coincide con investigaciones anteriores que muestran que las personas que consumen alucinógenos tienden a ser más empáticas y abiertas, características importantes para las relaciones y la integración social en un mundo violento por las guerras.
Bebiendo cerveza psicodélica en festines
Los festines y reuniones sociales eran una parte fundamental de la vida política de los Wari. En estos eventos, los participantes se reunían en espacios cerrados, lejos del mundo exterior, para compartir no solo alimentos, sino también bebidas psicoactivas. Los investigadores sugieren que el consumo de cerveza mezclada con vilca en estos festines ayudaba a crear un ambiente de camaradería y entendimiento mutuo.

Huesos, cerámica, restos botánicos y otros hallazgos de una fiesta Wari celebrada en el sitio de Quilcapampa. Foto: Lisa Milosavljevic
"Cuando los invitados llegaban a los recintos Wari, se reunían en patios con capacidad para apenas unas dos docenas de personas", escribieron los investigadores. "Salvo por un pequeño trozo de cielo, estaban aislados del resto del mundo en un espacio interior de altos muros; este era el lugar donde pasaban horas bebiendo juntos, comiendo, conversando y rezando", explican
"Las horas que los participantes pasaron juntos deben haber sido una experiencia colectiva inolvidable que forjó fuertes lazos entre los participantes", agregaron.
El uso de la cerveza para construir un imperio
Según los investigadores, los efectos a largo plazo de la vilca habrían jugado un papel esencial en la consolidación del poder del imperio. Al promover la cooperación y la empatía, la cerveza alucinógena podría haber servido como una herramienta para transformar a los rivales en aliados y fomentar la integración de diferentes grupos bajo la autoridad Wari.
Los efectos psicológicos a largo plazo de beber cerveza de vilca podrían haber constituido una nueva normalidad cognitiva, generando una mayor apertura y empatía en los participantes de los festines, según Jacob Keer, uno de los autores del estudio. Estos efectos no solo habrían sido útiles en términos sociales, sino también políticos, en un imperio que necesitaba manejar tanto las tensiones internas como las amenazas externas.



















