Consumir té y café ayuda a reducir en más de 20% el riesgo de contraer cáncer, revela nuevo estudio del IEO
El consumo regular de té y café reduciría en 24% el riesgo de progresión de cáncer, según un meta-análisis del IRCCS European Institute of Oncology (IEO) de Italia.

Para muchas personas, disfrutar una taza de té o café trasciende el simple acto de beber: es un ritual cargado de simbolismo que invita a la pausa, acompaña conversaciones o marca el inicio de la jornada. Sin embargo, más allá de su carácter cotidiano y reconfortante, recientes investigaciones científicas sugieren que este hábito podría tener consecuencias bastante importantes.
Según nuevos estudios, el consumo regular de estas infusiones estaría vinculado con una mejora significativa en el pronóstico de pacientes con cáncer, lo que abre un prometedor campo de análisis sobre el papel de estas bebidas en la salud y el bienestar.
Tomar té y café ayuda a reducir el riesgo de contraer cáncer
Un reciente meta-análisis internacional encabezado por el IRCCS European Institute of Oncology (IEO) de Italia reveló una relación significativa entre el consumo frecuente de té y café y una reducción del 24% en el riesgo de progresión de cáncer.
La investigación, difundida en la revista científica Cancer Causes & Control, analizó información de más de 40.000 pacientes con diagnóstico oncológico, recopilada a partir de 26 estudios prospectivos desarrollados entre 1993 y 2023 en regiones como América del Norte, Europa, Asia y Australia.
Los hallazgos señalan que las personas que incorporaban de manera habitual el té o el café en su dieta presentaban, en promedio, una evolución más lenta de la enfermedad y mayores tasas de supervivencia, en comparación con quienes apenas consumían o evitaban estas bebidas. Este efecto positivo se mantuvo constante entre distintas regiones, hábitos de vida y contextos culturales, lo que refleja su posible impacto en futuras estrategias de apoyo nutricional para pacientes con cáncer.
Efectos de tomar té y café depende del tipo de cáncer
Los efectos de tomar té y café no es igual para todos los tipos de cáncer. Los resultados fueron especialmente alentadores en los casos de cáncer colorrectal, donde el consumo regular de ambas bebidas mostró beneficios claros y constantes, asociados a una menor progresión de la enfermedad.
En el cáncer de mama, los datos fueron más específicos: el té se destacó como la infusión con mayor potencial protector, mostrando una reducción significativa del riesgo en distintos análisis. En contraste, para el cáncer de próstata, ni el té ni el café evidenciaron una relación clara con la evolución del padecimiento.
Por otro lado, en tumores menos comunes, como los de ovario, hígado o vejiga, la información científica aún es escasa, lo que impide llegar a conclusiones firmes. Esta falta de evidencia pone de relieve la importancia de seguir investigando en estos tipos de cáncer, con el fin de comprender mejor cómo estos hábitos cotidianos podrían influir en el bienestar y la recuperación de los pacientes.
La relación dosis-respuesta a la hora de tomar café o té
Un hallazgo relevante de la investigación es la relación entre la cantidad consumida de café o té y el riesgo de que el cáncer avance. Según los resultados, por cada taza adicional de estas bebidas, el riesgo de progresión del cáncer se reduce en torno a un 10%. Esto sugiere que, a mayor consumo, mayor sería la protección, aunque este efecto no se presenta de manera totalmente lineal en todos los tipos de cáncer.
En el caso específico del cáncer colorrectal, la evidencia fue aún más contundente. Los datos recogidos muestran que el mayor efecto protector se alcanza cuando se consumen alrededor de tres tazas al día. Superada esa cantidad, los beneficios tienden a mantenerse estables y, en algunos casos, ya no se incrementan, según concluyeron los investigadores.
Cabe mencionar que los mecanismos detrás de los beneficios antes mencionados no se atribuye exclusivamente a la cafeína. En realidad, se debe a la presencia de compuestos bioactivos como los polifenoles, sustancias que actúan directamente sobre el crecimiento y la destrucción de las células cancerígenas.
























