Científicos encontraron el punto más profundo del planeta y se encuentra debajo de un glaciar en la Antártida
Escondida a más de 3 mil metros por debajo del nivel del mar, esta inhóspita zona fue identificada en un mapa del “continente blanco” elaborado con un detalle nunca antes visto.
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Bajo el glaciar Denman, al este de la Antártida, un grupo de glaciólogos descubrió el punto terrestre ubicado a mayor profundidad jamás registrado. A 3,5 km bajo el nivel del mar, se convierte en el lugar más profundo de la Tierra que no está cubierto por agua. Se trata del fondo de un cañón helado de 20 km de ancho cuya máxima profundidad supera ampliamente al terreno expuesto más bajo del planeta, ubicado en la costa del mar Muerto, a solo 413 metros bajo el nivel del mar.
El hallazgo, realizado en 2019 y publicado en la revista Nature Geoscience, fue posible gracias al proyecto BedMachine Antarctica, que permitió obtener con gran precisión la topografía de la roca bajo la capa de hielo. Esta región del glaciar forma parte de la remota Antártida Oriental, un territorio donde en las zonas costeras habitan especies como pingüinos, focas y ballenas.

Los científicos detectaron un cañón de 3.500 metros bajo el glaciar Denman. Foto: Wikimedia
Un lugar oculto en la zona más inexplorada del planeta
En décadas anteriores, los radares que monitoreaban el “continente blanco” no lograban obtener información clara de estas áreas. “Este es sin duda el retrato más preciso hasta ahora de lo que se encuentra debajo de la capa de hielo de la Antártida”, indicó Mathieu Morlighem, profesor del Departamento de Ciencias de Sistemas Terrestres de la Universidad de California.

El glaciar Denman está ubicado en la parte oriental de la Antártida Foto: Science
“Ha habido muchos intentos de sondear el lecho Denman, pero cada vez que sobrevolaban el cañón, no lograban verlo en los datos del radar”, explicó Morlighem. Para resolverlo, recurrió a principios de la física: con la información del hielo que ingresa en el valle y la velocidad a la que se mueve, calculó el volumen de la masa helada y pudo estimar la profundidad y la rugosidad del terreno.
De esta manera, determinó que en el glaciar Denman el hielo llega hasta más de 3.500 metros por debajo del nivel del mar. Los únicos lugares con profundidades similares se encuentran en los océanos. De hecho, el punto más profundo de la Tierra sigue siendo la Fosa de las Marianas, en el Pacífico occidental, con más de 11 km bajo el nivel del mar.
La situación de los glaciares en el Polo Sur
Morlighem trabajó durante casi una década en este modelo, que reveló características del terreno clave para comprender cómo podría cambiar la Antártida en un escenario de calentamiento global.
El mapa también muestra que a lo largo de las montañas Transantárticas se ubican glaciares que atraviesan la meseta oriental del continente, con crestas de hielo que funcionan como estabilizadores naturales. Estas formaciones limitan el retroceso de la capa helada frente a un aumento de las temperaturas.
En contraste, la situación en el glaciar Thwaites —del tamaño del Reino Unido y considerado uno de los más inestables del planeta— es muy diferente: su lecho está inclinado hacia la superficie y apenas cuenta con dos crestas que podrían frenar su retroceso. Por ello, este glaciar se ha convertido en uno de los puntos críticos en la investigación del futuro de la Antártida.


















