
Científicos quieren arrojar esferas de hormigón de 400 toneladas al mar para generar electricidad: remplazaría a las baterías
El proyecto StEnSea, desarrollado en Alemania, plantea sustituir las baterías tradicionales por un sistema de almacenamiento submarino basado en esferas de hormigón. De acuerdo con un estudio, cada unidad es capaz de abastecer de energía a varios cientos de viviendas.
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Un equipo de investigadores en Alemania ha creado un sistema de almacenamiento de energía innovador que emplea esferas de concreto instaladas en el lecho marino, concebidas para generar y conservar electricidad de forma sostenible. Esta tecnología, denominada StEnSea, aprovecha la presión natural del agua oceánica, eliminando la necesidad de baterías convencionales que contienen compuestos perjudiciales para el entorno. Su objetivo principal es aportar estabilidad a las redes eléctricas mediante una alternativa ecológica y de larga vida útil.
Cada una de estas esferas tiene un diámetro de 9 metros, un peso aproximado de 400 toneladas y se sitúa a profundidades que alcanzan los 800 metros. Para almacenar energía, una bomba extrae el agua del interior de la estructura; posteriormente, cuando se requiere generar electricidad, el agua vuelve a ingresar y pone en marcha una turbina. El proyecto está encabezado por el Instituto Fraunhofer IEE, con la colaboración de Sperra, especializada en impresión 3D con concreto, y Pleuger Industries, dedicada al desarrollo de turbinas submarinas.
StEnSea: el plan alemán que busca transformar el fondo marino en una batería limpia y duradera
StEnSea (Stored Energy in the Sea), en desarrollo desde 2012, se plantea como una solución sustentable para sustituir tecnologías de almacenamiento energético con impacto ambiental negativo. Las evaluaciones preliminares realizadas en el lago Constanza fueron satisfactorias, y se proyecta la primera implementación en aguas oceánicas para finales de 2026, en Long Beach, California.
El sistema no utiliza litio ni otros materiales escasos. Cada unidad tiene una vida útil estimada de 60 años, y solo requiere mantenimiento mecánico cada dos décadas. Según los responsables del proyecto, la energía bajo el mar podría alcanzar una capacidad global de 820.000 GWh, superando ampliamente a las actuales centrales de almacenamiento oceánico e hidroeléctrico.
Así funcionan las esferas de hormigón que almacenan energía limpia a 800 metros bajo el océano
El sistema de almacenamiento por presión funciona como una central hidroeléctrica invertida. Durante horas de baja demanda, se utiliza energía sobrante para sacar agua de las esferas. Cuando la demanda sube, el agua reingresa con fuerza y mueve una turbina que genera electricidad.
La eficiencia energética del sistema se sitúa entre el 75 y 80 %, con un coste estimado de 4,6 céntimos por kWh. Además, al estar sumergidas, las esferas oceánicas no ocupan terreno visible ni generan emisiones, lo que las convierte en una infraestructura energética submarina con impacto ambiental bajo. El modelo es compatible con energía eólica marina y adaptable a lagos profundos, lo que amplia su viabilidad global.