Ciencia

Astrónomos intrigados por un planeta enano con un anillo que no debería existir

Quaoar, un planetoide ubicado más allá de Neptuno, ha formado un anillo de polvo y rocas en un lugar donde debería haber un satélite. El hallazgo contradice una teoría astronómica vigente desde hace 2 siglos.

Ilustración del planeta enano Quaoar, su denso anillo y su pequeña luna Weywot. Foto: Agencia Espacial Europea (ESA)
Ilustración del planeta enano Quaoar, su denso anillo y su pequeña luna Weywot. Foto: Agencia Espacial Europea (ESA)

Astrónomos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han detectado, tras tres años de observaciones, un denso anillo de material alrededor de Quaoar, un planeta enano que se ubica más allá de la órbita de Neptuno, en los confines del sistema solar.

El hallazgo, detallado en un artículo de la revista Nature, ha generado intriga entre los expertos porque, desde hace dos siglos, el consenso científico dicta que los anillos de un planeta solo se forman dentro de una zona conocida como el límite de Roche. Los anillo de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno se componen en ese límite.

Más allá de esta zona, todos los fragmentos de roca, polvo y hielo suelen acumularse para formar satélites naturales en unas pocas décadas. Sin embargo, esto no ha sucedido con el objeto trasneptuniano, cuyo anillo, muy lejano, tiene un radio de 4.100 kilómetros, casi siete veces y media más de la distancia del radio del planetoide.

En busca del origen del anillo de Quaoar

El descubrimiento del anillo de Quaoar durante la misión ExOplanet Satellite (Cheops) de la ESA desencadenó diversos estudios que desarrollaron simulaciones locales de autogravitación para explicar la formación de la estructura.

Las leyes de colisión utilizadas clásicamente para describir los anillos de Saturno dieron como resultado acumulaciones rápidas, que sí favorecerían la formación de un satélite en esa región.

Sin embargo, las leyes de colisión más elásticas obtenidas en el laboratorio a bajas temperaturas mostraron lo contrario: las velocidades posteriores al impacto entre las partículas permanecen lo suficientemente altas como para escapar de las atracciones de las demás y, finalmente, superar su tendencia a acumularse.

Por lo tanto, mientras que el criterio de Roche parece sólido para explicar cómo las fuerzas de marea interrumpen la formación de un satélite para formar un anillo, en el proceso contrario la acumulación de partículas en un satélite implica mecanismos más complejos que hasta ahora se han pasado por alto.

Los primeros resultados del estudio sugieren que las gélidas temperaturas de Quaoar pueden contribuir a evitar que las partículas heladas se adhieran entre sí, pero se necesitan más investigaciones.

Quaoar es un gran objeto transneptuniano con la mitad del tamaño de Plutón, que orbita nuestra estrella a 43 veces la distancia entre la Tierra y el Sol y, a su vez, es orbitado por una pequeña luna llamada Weywot, de unos 80 km de radio.

Con información de EFE.