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Ciencia

La razón por la que pensar demasiado provoca cansancio

Realizar tareas que demandan mucha concentración causa que el cerebro acumule sustancias que, en exceso, son tóxicas.

Un día de trabajo repleto de tareas mentalmente exigentes pueden dejarte sintiéndote agotado. Foto: Faizul Islam / Flickr
Un día de trabajo repleto de tareas mentalmente exigentes pueden dejarte sintiéndote agotado. Foto: Faizul Islam / Flickr

Todos, alguna vez, hemos experimentado un cansancio extremo después de culminar una actividad que nos demandó pensar demasiado. Ahora, un grupo de científicos de Francia asegura tener la respuesta a este misterio: el cerebro humano acumula sustancias tóxicas y, a través del cansancio físico, advierte al cuerpo a que se detenga de trabajar.

“Nuestros hallazgos muestran que el trabajo cognitivo da como resultado una verdadera alteración funcional, la acumulación de sustancias nocivas”, apuntó Mathias Pessiglione, investigador de la Universidad Pitié-Salpêtrière en París y uno de los autores de la investigación, publicada en Current Biology.

Así, mientras “teorías influyentes” sostienen que “la fatiga es una especie de ilusión inventada por el cerebro para que dejemos de hacer lo que estemos haciendo y pasemos a una actividad más gratificante”, ahora se cree que es también “una señal que nos hace dejar de trabajar” para “preservar la integridad del funcionamiento del cerebro”, apuntó el investigador.

Pessiglione y sus colegas del estudio, dirigido por Antonius Wiehler, querían comprender qué es realmente la fatiga mental, ante las sospechas de que el motivo tenía que ver con la necesidad de reciclar sustancias potencialmente tóxicas que surgen de la actividad neuronal.

Para sus investigaciones utilizaron espectroscopía de resonancia magnética (MRS) para monitorear la química cerebral en el transcurso de un día laboral y observaron dos grupos de personas: los que necesitaban pensar mucho y los que tenían tareas cognitivas relativamente más fáciles.

En el grupo que realizaba un trabajo mental duro, vieron signos de fatiga, incluida una menor dilatación de las pupilas. También observaron que tras el duro trabajo mental optaban por cambiar hacia acciones que proponían recompensas en poco tiempo y con poco esfuerzo.

Y tenían además niveles más altos de glutamato (uno de los neurotransmisores más importantes del sistema nervioso) en las sinapsis de la corteza prefrontal del cerebro. Esto hace que la activación adicional de la corteza prefrontal cueste más, de modo que el control cognitivo es más difícil después de un día de trabajo mentalmente duro.

Así, el control sobre las decisiones se altera y se es más propenso a realizar acciones de bajo costo que no requieren esfuerzo.

Según explicó Pessiglione, no hay una manera de evitar esto, y la única receta es descansar y dormir.

En estudios futuros los investigadores esperan saber por qué la corteza prefrontal parece especialmente susceptible a la acumulación de glutamato e investigar si los mismos marcadores de fatiga en el cerebro pueden predecir la recuperación de problemas de salud, como la depresión o el cáncer.

Con información de EFE.