Ciencia

La inmunidad humana le está ganando la batalla a la variante ómicron

Al inicio, ómicron preocupaba por su capacidad de evadir los anticuerpos. Sin embargo, estudios recientes muestran que el sistema inmunitario de los vacunados y recuperados aún protege contra esta variante.

La aparición de ómicron generó preocupación por su gran cantidad de mutaciones que le permiten evadir los anticuerpos de los vacunados y recuperados. Foto: Nicolas Asfouri / AFP
La aparición de ómicron generó preocupación por su gran cantidad de mutaciones que le permiten evadir los anticuerpos de los vacunados y recuperados. Foto: Nicolas Asfouri / AFP

A casi dos meses de ser detectado en Sudáfrica, la variante ómicron del coronavirus se ha diseminado en el mundo a gran velocidad por su capacidad de evadir los anticuerpos. No obstante, los recientes estudios y datos globales demuestran que una segunda línea de defensa le está ganando la batalla.

Los anticuerpos evitan la infección por el coronavirus SARS-CoV-2, que invade el organismo humano mediante su espícula. Precisamente en esta parte, la variante ómicron tiene tantas mutaciones que los anticuerpos no lo puede reconocer y neutralizar.

Pero que las células sean infectadas no siempre determina una COVID-19 grave. Y la razón se debe a las células T (o linfocitos T), encargadas de detectar y ‘asesinar’ a sus compañeras infectadas luego de reconocer en sus exteriores las ‘huellas’ del virus.

Tanto la vacunación como la infección previa generan las mencionadas células T asesinas y también auxiliares. Estas últimas alertan al resto de linfocitos para actuar contra la infección.

Al eliminar las células infectadas, se impide que estas produzcan millones de partículas virales. De ese modo, la respuesta de las células T reduce la virulencia de la variante, es decir, la capacidad de causar gran daño a su anfitrión.

Las células T eliminan otras células que guardan restos del coronavirus en su superficie y así reducen su virulencia. Foto: National Institute of Allergy / AFP

Las células T eliminan otras células que guardan restos del coronavirus en su superficie y así reducen su virulencia. Foto: National Institute of Allergy / AFP

Efectividad de las células T

Recientemente nuevos estudios han puesto a prueba la efectividad de esta segunda línea de defensa frente a ómicron, mientras que otros datos globales fortalecen los hallazgos.

Uno de ellos es un experimento de laboratorio llevado a cabo en Sudáfrica con células T, que han sido generadas tras la infección natural o la vacunación completa con dosis de Johnson & Johnson y Pfizer/BioNTech.

El estudio, publicado como pre-impresión en MedxRiv, concluyó que “la mayoría de la respuesta de las células T reconoce de forma cruzada la variante ómicron”.

Por otro lado, las cifras de hospitalización e infectados en los países dónde ómicron se ha propagado es notablemente más baja de lo que se esperaría para la cifra de contagios actual, indica Gorka Orive, profesor de Farmacia en la Universidad del País Vasco.

En Sudáfrica, por ejemplo, un país que tiene una baja tasa de vacunados pero un altísimo número de personas previamente infectadas, las hospitalizaciones se han reducido en un 65% en comparación con la ola anterior generada por la variante delta.

Por otro lado, en Reino Unido, donde casi el 70% de su población tiene el esquema completo de vacunación, las cifras de hospitalización son menores entre un 50% y 70%.

El patrón también se repite en Nueva York y España: pese a que la curva de contagios asciende más rápido, la cifra de decesos y hospitalizaciones es menor que en otros momentos de la pandemia.

Síntomas del resfrío. Foto: John Michael Ramon Taya/La República

Síntomas del resfrío. Foto: John Michael Ramon Taya/La República

Se espera que este escenario continúe mejorando a medida que las vacunas de refuerzo y, principalmente, el esquema de dos dosis se distribuya más equitativamente en el mundo.

Otro dato alentador es que la COVID-19 causada por ómicron tiene síntomas más similares a un resfriado. Según el estudio británico ZOE COVID, algunos de ellos son la secreción nasal, dolores de cabeza, fatiga, estornudos y dolor de garganta

También cabe la posibilidad que la levedad de ómicron sea una característica propia de la variante y no exclusivamente de las células T, como algunos estudios han revelado.

Eric Topol, médico y director del Scripps Research Institute, ha resumido en un tweet que actualmente existen cinco investigaciones (3 en ratones y 2 con células in vitro) que concluyen que ómicron afecta levemente a los pulmones a comparación de otras variantes.