Robin Williams fue un actor y cómico reconocido en la industria de Hollywood. Con participaciones en filmes como “La sociedad de los poetas muertos”, “En busca del destino” y “Jumanji”, el intérprete siempre mostraba su lado alegre en público y en las cintas.
Es por esto que su repentino suicidio asombró a sus millones de fans alrededor del mundo. Sin embargo, tras la realización de la autopsia, se descubrió que una enfermedad degenerativa que afectaba su cerebro fue la decisiva para que tomara la abrupta elección.
Robin Williams ganó un Óscar en 1998 por Mente indomable. Foto: Captura/YouTube/The Academy
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Su carrera actoral inició como artista callejero y en clubes nocturnos. En 1978 fue cuando se presentó a un casting para un papel secundario en la serie “Happy days”. Cuando los productores le pidieron que se sentará, Robin se sentó al revés, arrodillándose y colocando su frente en la silla. La acción resultó tan graciosa que le dieron el papel.
Tal fue su éxito con este papel secundario que terminó protagonizando “Mork and Mindy”, serie en la que interpretaba a un gracioso alienígena.
De la noche a la mañana, pasó a ganar casi 15.000 dólares semanales, algo que lo sorprendió y para lo cual no estaba preparado, ya que para aliviar el estrés del continuo trabajo comenzó a consumir cocaína.
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Durante entrevistas posteriores, el actor reveló que había sufrido de alcoholismo y de adicción a la cocaína. A esta última la llamaba ‘la caspa del diablo’ y bromeaba diciendo que era la manera en la que Dios te decía que estabas ganando demasiado dinero.
En agosto de 2006, Williams admitió que había recaído en el alcohol tras haber estado 20 años sobrio, por lo que tomaría medidas proactivas para lidiar con el problema y no afectar a su familia.
“Hay cosas que te aterrorizan cuando bebes. Como las llamadas lagunas mentales. Yo tuve unas terribles (...) Es como si tu cerebro se fuera de vacaciones. Como si te dijera: ‘Mira, estás a punto de tener sexo con una cabra, yo ya me voy, ¿entiendes? No sé cómo saldrá, pero buena suerte. Me voy de vacaciones’”, fue como describió el intérprete de “Despertares” a su adicción al alcohol.
El 11 de agosto de 2014 y a la edad de 63 años, el actor, el mismo que se dedicaba a regalar risas a su público, dejó de existir.
Los últimos meses de su vida fueron una tortura para Robin, ya que sentía que estaba perdiendo la cabeza, lo que lo llevaba a tener constantes ataques de pánico e insomnio. Además, fue diagnosticado con Parkinson.
Tal como contó su última esposa, Susan Schneider, el actor se frustraba al no poder recordar dos líneas de un guion o de lo difícil que le parecía comprender la realidad que lo rodeaba. Constantemente le repetía a Susan que necesitaba “reiniciar su cerebro”.
Robin Williams falleció en 2014. Foto: composición/Universal Pictures/PacificCoastNews.com
No fue hasta la autopsia que pudieron diagnosticar lo que en verdad sucedía con su mente. Robin padecía demencia con cuerpos de Lewy, se le llama así a la acumulación de proteínas en determinadas zonas del cerebro que va formando placas, lo que ocasiona que el cerebro no funcione de manera correcta.
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Sus cambios de humor, la ansiedad, depresión, miedo, problemas de sueño, paranoia y problemas de movimientos eran causados por esta enfermedad degenerativa.
En su cuerpo no se hallaron rastros ni de alcohol ni de drogas, por lo que su esposa decidió en 2016 publicar una carta en la revista médica Neurology bajo el título “El terrorista dentro del cerebro de mi marido”, con lo que explicó cómo los síntomas de Robin habían sido confundidos con Parkinson y Alzheimer.
Sus millones de fanáticos realizaron homenajes a Robin Williams tras su fallecimiento. Foto: EFE
Ocho años han pasado desde que el mundo perdió a uno de los mejores actores de la historia, y sus millones de fanáticos alrededor del mundo continúan recordándolo.
El actor interpretó al nuevo profesor de literatura que llega al colegio elitista y conservador Welton, donde mostrará a sus alumnos una nueva forma de ver la vida. Su papel le otorgó una nominación al Oscar en la categoría mejor actor.
El filme llamado originalmente “Good will hunting” se estrenó en 1997 y fue dirigida por Gus Van Sant y obtuvo nueve nominaciones a los Oscar, ganando dos de ellos: uno a mejor guion original y otro a mejor actor de reparto para Robin Williams.
El actor ganó en 1998 la anhelada estatuilla en la categoría mejor actor de reparto por su interpretación como Sean Maguire en el filme “En busca del destino”. Su discurso se convirtió en uno de los más emotivos, destacando la frase que su padre le dijo cuando le reveló que quería ser actor: “Maravilloso, solo ten una profesión de respaldo, como la de soldador”. Puedes ver el discurso completo, a continuación.
El actor debutó en la famosa comedia “Happy days” durante el episodio titulado “My favorite orkan”, en el cual interpretó al alienígena Mork. El capítulo fue emitido en 1978 y fue tan bien recibido por el público que dos años después saldría al aire el programa “Mork and Mindy”, protagonizado por Williams.
Una de las últimas películas en las que participó el actor fue “Una noche en el museo 3: el secreto de la tumba”, protagonizada junto a Mickey Rooney y estrenada en diciembre de 2014 como obra póstuma de Robin Williams.