Transparente. O, padre trans. Así se traduce ‘Transparent’, el título de la serie más importante de Amazon Studios. Es fascinante, casi perfecta. Jeffrey Tambor es Maura. Era un profesor de ciencias políticas pero hoy, retirada de la docencia, es una mujer transgénero. “Toda mi vida me he tenido que vestir como hombre”, le confiesa a su hija menor en el segundo episodio cuando, a los 70 años, consigue por fin revelar a sus hijos quien realmente es. No necesita uno tener un padre transgénero para conectar con la idea de que a los padres uno recién comienza a conocerles cuando nos hacemos adultos, cuando la verticalidad se rompe y cuando nos vemos a los ojos de igual a igual. Así también nace la oportunidad de vincularnos desde la empatía, el reconocimiento y la afirmación. Aunque Maura y su transición son el eje central de esta comedia dramática o este drama con pinceladas de humor negro, la familia toda está en proceso de transición, los límites se desdibujan y las posibilidades se reinventan permanentemente; es lo que ocurre cuando las personas renuncian a la vida del dogma y toman las riendas de su propia existencia: los caminos hay que inventarlos, crearlos, no están predefinidos. Es así como cada personaje tiene su propio ‘tránsito’. Aunque, sorprendentemente, el de Maura es el más claro, el más certero, el menos confuso: ella sí sabe a dónde va. Hay que ver ‘Transparent’ pues es un magnífico ejercicio de empatía y tolerancia que da dimensión a nuestra propia complejidad. Y si algo necesitamos urgentemente, es precisamente eso.