
El último viernes 14 de noviembre, exactamente a las 3:00 p. m., el Grupo de Operaciones Especiales del INPE ejecutó un ingreso sorpresa al pabellón número 6 del penal Sarita Colonia, en el Callao, considerado uno de los recintos penitenciarios de más alta peligrosidad del país. La orden fue clara: todos los internos debían salir al patio, caminar a paso ligero y mantener la mirada fija en el suelo mientras los agentes ingresaban celda por celda.
Frente a ellos, un mar de reclusos (sicarios confesos, jefes narcotraficantes, captadores de burriers, secuestradores y ladrones violentos) eran rodeados por el personal del INPE. En este pabellón se concentra la población más temida: sujetos con rasgos psicopáticos, asesinos a sueldo y extranjeros atrapados por el narcotráfico. “Aquí no podemos separarnos ni un segundo de los internos”, advertía uno de los agentes, resaltando el nivel de riesgo de cada incursión.
PUEDES VER: INPE: ¿qué es y cuáles son sus funciones?

Las primeras requisas ya revelaban el ingenio de los internos para ocultar objetos prohibidos. Cargadores camuflados dentro de medias, pipas para droga escondidas en estantes de libros, cables de celular, encendedores y hasta armas artesanales, como un verduguillo fabricado a partir de un palo de croché. Cada rincón podía ser una celda oculta: colchones recortados, libros huecos, medias rellenas.
Uno de los hallazgos más peligrosos fue el de una llave de grillete escondida dentro de un monedero, descubierta en poder de un interno que también tenía 1.500 soles en efectivo. Según el personal del INPE, una herramienta así habría permitido a cualquier recluso intentar fugar durante una diligencia judicial.
Las celdas, diseñadas para pocos, alojan hasta siete internos. El operativo reveló la magnitud del desorden y el contrabando acumulado: casi todo el patio terminó repleto de objetos incautados, desde artefactos electrónicos hasta cuadernos con nombres y números que, según indican, serán analizados tras la requisa.
Entre los internos del pabellón 6 predominan los procesados y sentenciados por sicariato. Uno de ellos admitió sin vacilar su delito: “Tenía unos problemas y lo tuve que solucionar”, dijo, relatando que su víctima recibió 15 disparos de un solo cargador, en medio de conflictos vinculados a construcción civil. “En una cacerina se va todo”, explicó. Otros presumen tatuajes con simbolismos de culturas aztecas y peruanas, algunos como expresión de identidad, otros como marcas de vida criminal. Sin embargo, muchos de ellos no están dispuestos a hablar de sus delitos.
Sarita Colonia también alberga a decenas de extranjeros que terminaron involucrados en redes internacionales de tráfico de drogas. Algunos aseguran haber sido engañados, otros reconocen haber caído en la tentación del dinero fácil. Hay rusos, chinos, alemanes, venezolanos, nigerianos y hasta un tiktoker inglés que en redes sociales acumulaba seguidores, pero en la vida real terminó detenido con droga en el aeropuerto. Otro de ellos relató que llevaba 4 kilos de cocaína en su maleta y que su captura destruyó a su familia. Un nigeriano de 62 años, por su parte, repetía que era inocente y que lo habían “sindicado”. Este último tiene 15 años de condena.
Por su parte, un condenado por secuestro contó que perdió un ojo durante un motín en Piedras Gordas durante la pandemia: un disparo con arma de retrocarga lo dejó parcialmente ciego. Otros admiten haber sido captadores de burriers y describen cómo seleccionaban personas “con presencia” para introducir droga mediante ingesta, equipaje o la temida modalidad “momia”.
El operativo en Sarita Colonia formó parte de un megaoperativo nacional: 68 penales intervenidos simultáneamente, una iniciativa contra el crimen que busca romper el poder de las organizaciones que operan incluso desde las cárceles.
“Las cárceles seguirán siendo sometidas bajo el manto de la autoridad”, afirmó el presidente del INPE, mientras observaba las cantidades de contrabando acumulado en el patio del penal. La institución asegura que Sarita Colonia "ya no será la misma" después de esta intervención: los objetos incautados, las herramientas para fugar, las armas artesanales, los escondites secretos y las redes de comunicación detectadas son evidencia de que el control estatal necesita reforzarse.
¡Sigue a La República en WhatsApp! Únete a nuestro canal desde tu celular y recibe las noticias más importantes de Perú y el mundo en tiempo real.

CINEPLANET: 2 entradas 2D + 2 bebidas grandes + Pop corn gigante. Lunes a Domingo
PRECIO
S/ 47.90
ALMUERZO O CENA BUFFET + Postre + 1 Ice tea de Hierba luisa en sus 4 LOCALES
PRECIO
S/ 85.90
CINEMARK: Entrada 2D - opción a combo (Validación ONLINE o mostrando tu celular)
PRECIO
S/ 10.90
PERULANDIA: 1 Entrada +Vale de 30 soles + bosque encantado + piscinas + Perusaurus en Huachipa
PRECIO
S/ 49.90