En medio de una crisis financiera que casi lleva a Modasa al cierre definitivo, Héctor García Bejar, ingeniero mecánico eléctrico peruano que estudió en la UNI y en la Universidad de Piura, especializado en Bélgica, tomó las riendas y transformó el destino de la compañía. A pesar de las adversidades, su determinación y visión lo impulsaron a fabricar 450 buses del Metropolitano en tan solo seis meses, lo cual demostró su capacidad de liderazgo y gestión inigualables.
¿Cómo logró este ingeniero revertir la inminente quiebra y posicionar a Modasa como una de las empresas más prestigiosas del país? La respuesta se encuentra en su habilidad para identificar oportunidades y en la valentía para asumir riesgos; esto permitió a la compañía superar los momentos más difíciles y continuar innovando en la fabricación de vehículos.
Frente a la inminente quiebra de Modasa, Héctor García Bejar decidió asumir el desafío de liderar la empresa y reactivarla desde sus cimientos como gerente general. De acuerdo con las declaraciones pasadas que el ingeniero brindó al diario El Comercio, en vez de cerrar operaciones, como se le había encargado, identificó en los almacenes piezas suficientes para fabricar 300 motores, cuya venta generó ingresos inmediatos por 2 millones de dólares; de esta forma, se consiguió el pago parcial de las deudas y se continuó con la producción.
Con una visión renovada y a pesar de la adversidad, el gerente general se embarcó en la fabricación de grupos electrógenos, y resaltó en un mercado competitivo y en medio de una crisis nacional. La apuesta por la innovación y la inversión en capital humano resultaron cruciales para la supervivencia de Modasa; esto transformó desafíos en oportunidades de crecimiento. "Al final, cumplimos con el encargo. Ese fue el mayor reto de mi vida", recordó.
Héctor García Béjar es el líder detrás de Modasa, una de las empresas metalmecánicas más emblemáticas del Perú. Foto: ProActivo
La fabricación de los buses del Metropolitano representó un punto de inflexión crucial para Modasa. Al ser elegidos por el operador del servicio de transporte, la empresa se enfrentó al desafiante encargo de producir 450 buses en un plazo de 6 meses. "El operador que gana los servicios nos escoge a nosotros, que presentamos un prototipo esperando tener oportunidades. Nos dieron el encargo de hacer 450 buses en 6 meses," explicó Héctor García Bejar.
Este monumental desafío no solo permitió a Modasa demostrar su capacidad técnica y de gestión, sino que también le otorgó un reconocimiento significativo en el mercado. La exitosa entrega de los buses reforzó la reputación de la compañía, la consolidó como un actor clave en la industria del transporte y elevó su prestigio a nivel nacional.
Modasa certifica como el primer taller autorizado de conversión de Diesel a GNV para vehículos pesados. Foto: Modasa
Desde su fundación en 1974, Modasa ha sido un referente en la industria de fabricación de motores y vehículos. Un hito significativo ocurrió en 2006, cuando fabricaron su primer bus a gas natural; ello marcó el inicio de una serie de innovaciones que posicionarían a la empresa en la vanguardia tecnológica. Con la construcción de un complejo industrial en 2008, la capacidad de producción aumentó drásticamente; es decir, pasó de un bus diario a seis, y su presencia se consolidó en el mercado.
La apuesta por el desarrollo de tecnologías más limpias y eficientes llevó a Modasa a fabricar el primer bus eléctrico en Perú en 2020, incluso en medio de la pandemia mundial. Este avance, además de demostrar la capacidad innovadora de la empresa, también resaltó su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, así se impulsó su reputación y liderazgo en el sector.
En mayo de 2021, Modasa cambió su matriz energética a gas natural. Foto: Calidda
Durante la pandemia de la COVID-19, Modasa demostró su capacidad de respuesta rápida y compromiso social al fabricar sus primeras plantas de oxígeno en 2021. Estas unidades fueron producidas a partir de una solicitud urgente de Respira Perú, una iniciativa dedicada a atender las necesidades médicas del país en un momento crítico.
La contribución de Modasa durante la crisis sanitaria no solo reafirmó su liderazgo en el sector industrial, sino que también subrayó su papel crucial en la mejora de la calidad de vida de la población. La creación de estas plantas de oxígeno se convirtió en un símbolo del ingenio peruano y de la capacidad de adaptación ante situaciones adversas, fortaleciendo aún más la imagen de la empresa en la comunidad.