En medio de un entorno natural, en una región apartada de Perú, se erige un estadio colosal que destaca por sus dimensiones, su ubicación singular y por el hecho de permanecer inactivo. Esta infraestructura deportiva, construida con una inversión significativa y rodeada de paisajes naturales, se ha convertido en símbolo de un proyecto que no logró concretarse como se esperaba, generando pérdidas económicas que alcanzan aproximadamente el medio millón de soles.
El colosal estadio en Perú que se encuentra rodeado de naturaleza, pero permanece en desuso, es el Estadio de San Pedro de Coris, ubicado en el centro poblado de Oxapata, en la región de Huancavelica. Construido en 2018, este recinto se destaca por sus paisajes montañosos, pero enfrenta serias deficiencias estructurales que impiden su uso.
El campo del Estadio de San Pedro de Coris presenta desniveles de dos metros que impiden su uso deportivo. Foto: difusión
Los errores de construcción en el Estadio de San Pedro de Coris generaron un perjuicio económico de S/407,940.37 para la Municipalidad de San Pedro de Coris, según la Contraloría. El presupuesto inicial de S/204,292.46 se duplicó debido a modificaciones en la obra y gastos adicionales, como el alquiler de volquetes y el pago de planillas para personal de otras obras.
Aunque inicialmente se proyectó terminar el estadio en 60 días, la construcción se extendió a 382 días, debido a cinco paralizaciones y tres ampliaciones de obra. La falta de planificación adecuada y la necesidad de obras adicionales llevaron a que el estadio San Pedro de Coris permaneciera en construcción más de un año, retraso que, junto con las deficiencias en la ejecución, contribuyó a que el recinto se mantenga inoperativo hasta hoy.
La falta de cimientos en el muro de contención del estadio generó inestabilidad en toda la estructura. Foto: difusión
El Estadio de San Pedro de Coris, construido en el centro poblado de Oxapata, no ha sido inaugurado debido a serias deficiencias en su construcción. La Contraloría General de la República, en su informe N° 025-2020-2-2931, identificó problemas estructurales graves, incluyendo un sistema de drenaje inoperativo, desniveles de hasta dos metros en el campo y daños en el sistema de alcantarillado.
La inspección de la Contraloría reveló varias fallas críticas en el estadio, tales como un muro de contención sin cimientos de concreto que presenta hundimientos, un sistema de drenaje pluvial inoperativo y estancamiento de aguas en los buzones por falta de tuberías. Estas fallas causarían acumulación de aguas en el campo, y el uso de terreno pantanoso para la base de la estructura ha resultado en desniveles. Estas deficiencias impiden la inauguración y uso del estadio para eventos deportivos.