En la conferencia de prensa realizada este miércoles 23 de octubre tras el paro nacional, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzen, comunicó que se declararán en estado de emergencia los distritos de Llalli, Umachiri, Cupi y Ayaviri, en Puno, por la posibilidad de una inminente contaminación del agua en la zona.
Con este estado de emergencia declarado, el Ministerio de Energía y Minas (Minem), el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midragri) y el Ministerio del Ambiente (Minam), se reunirán en las zonas afectadas para evaluar las posibles estrategias para mitigar los daños.
Por segunda vez en el año, la cuenca de Llallimayo es declarada en emergencia debido a que puede afectar a la vida de los ciudadanos de los distritos de la ciudad de Puno. Esto se debe a que en la cuenca se estaría vertiendo aguas no tratadas que están contaminando peligrosamente toda el agua.
Es estado de emergencia durará por 60 días, donde se buscará que diferentes sectores tengan actividades concretas para ayudar a la descontaminación de las aguas y que el servicio de agua potable no se vea más afectada de su estado actual.
En el anterior estado de emergencia, la cuenca del Llallimayo mantenía niveles altos de contaminación por relaves mineros que volvieron al lago inoperable y dañino para la salud de la población.
Por ello, el Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PELT) fue concedido con un fondo de S/1.600 millones para los estudios relativos a la derivación y recuperación de las aguas de dicho lago.
Los relaves mineros son residuos de la minería que pueden tener un impacto grave en el agua de diversas maneras, especialmente cuando no son manejados de forma adecuada. Estos relaves, que suelen contener sustancias tóxicas, afectan tanto la calidad como la disponibilidad del agua para los ecosistemas y las comunidades humanas.