En el III Encuentro de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y los Gobiernos Territoriales Autónomos (GTA), líderes indígenas de la Amazonía peruana emitieron un llamado a los países compradores de oro, como Estados Unidos, Suiza, India y Arabia Saudí, instándolos a cesar la adquisición de 'oro sucio', el cual es extraído de la minería ilegal en Perú.
Durante el evento “Defensa de la Amazonía ante el infierno minero”, realizado el martes 1 de octubre, se denunció que el 45% del oro exportado por Perú proviene del mercado ilegal. Esta situación está ocasionando la destrucción de la biodiversidad y vienen teniendo un impacto negativo en la salud de las comunidades indígenas.
Gil Inoach, pamuk (presidente) del Gobierno Territorial Autónomo Awajún, hizo un llamado a las embajadas de Suiza, Estados Unidos, India y Arabia Saudí para que dejen de comprar oro hasta que se garantice que no proviene de actividades destructivas. “Si no lo detienen, en 2025 nos veremos obligados a radicalizar nuestras estrategias, con movilizaciones y la creación de guardias comunitarias para frenar directamente la minería ilegal”, advirtió.
En tanto, el líder awajún Wilfredo Tsamash, presidente de la Coordinadora de Desarrollo y Defensa de los Pueblos Indígenas de la Región San Martín (Codepisam), indicó que estos países no solo deben suspender la compra, sino también promover investigaciones para rastrear el origen del oro y contribuir a detener la minería ilegal en la Amazonía.
“Un gran porcentaje del oro exportado por el Estado peruano es dinero ilegal. Este mineral está manchado con la vida de los pueblos indígenas y la biodiversidad”, agregó Tsamash.
Madre de Dios se encuentra entre las zonas más afectadas por la deforestación, con la pérdida de 115.000 hectáreas de bosque debido a la minería ilegal. El apu Jorge Pérez Rubio, presidente de Aidesep, ha descrito esta problemática como un "cáncer con metástasis", dado que su impacto se extiende a otros departamentos cada año.
La minería ilegal representa un grave problema en la Amazonía peruana, y uno de sus principales impactos negativos es el uso indiscriminado de mercurio en el proceso de extracción de oro. Según el Centro de Innovación Científica Amazónica (Cincia), se estima que cada año se emiten alrededor de 185 toneladas métricas de mercurio en esta región.
Esta sustancia altamente tóxica contamina los ríos, suelos y pone en riesgo la salud de las comunidades indígenas, con enfermedades graves en los niños y niñas.
“El mercurio no solo está destruyendo la biodiversidad, sino que también está envenenando nuestros cuerpos. Los niños están naciendo con malformaciones y los casos de cáncer han aumentado. La minería ilegal nos está matando lentamente”, indicó Clauber Tangoa, líder del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Shawi.
El líder indígena, apu Alfredo Vargas, quien ostenta la presidencia de la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad), ha levantado su voz para denunciar una deuda histórica por parte del Estado peruano hacia los pueblos indígenas. Esta deuda se fundamenta en la autorización de concesiones mineras en los territorios indígenas sin llevar a cabo el proceso de consulta.
Según lo explicado por Vargas, en la última década, la minería ilegal ha generado la impresionante suma de 7.000.800 millones de dólares, una cifra que supera en 11 veces el monto generado por el narcotráfico. Además, señaló que las leyes impulsadas tanto por el Ejecutivo como por el Legislativo han contribuido al crecimiento de la minería ilegal.
Por ejemplo, la implementación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) ha permitido encubrir a miles de mineros ilegales. Asimismo, la modificación de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre ha facilitado la expansión de esta actividad ilícita.