El oro escondido de Peter Ferrari: sujetos retiran 100 kilos de bóveda de Hermes
El cargamento de lingotes de oro, valorizado en 8.3 millones de dólares, era administrado por la minera Sumaj Orkro, una de las firmas del finado Peter Ferrari.
El fallecido empresario Pedro Pérez Miranda, conocido como Peter Ferrari, volvió a ser noticia, luego de descubrirse que había guardado 99.79 kilos de oro en una bóveda de Lima, donde permaneció por más de una década, y fue retirado meses, según un reportaje de "Panorama".
El cargamento, valuado en 8.3 millones de dólares, estaba bajo la administración de la compañía minera Sumaj Orkro. En enero del 2014, la empresa dispuso los lingotes en las bóvedas de la empresa de caudales Hermes para que venderlos a Kaloti Metals & Logistics, empresa de La Florida, en Estados Unidos. Sin embargo, en mayo de ese año interpuso una demanda para desistir la venta.
En 2015, la justicia embargó todas las cargas de oro del clan, pero lo que nadie supo hasta hoy es que todas estas barras de oro fueron recuperadas y guardadas otra vez en Hermes, quizás por la jugada de noviembre de ese mismo año.
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Foto: captura Panamericana/LR
Sumaj Orkro transfirió los derechos del oro a Mario Passano, un exempleado, aparentemente con la intención de eludir la vigilancia de las autoridades. En 2018, los valiosos lingotes de oro, un 90% lo transfirió a su hijo Giovanni Passano y un 10% al abogado Alberto Escudero.
En el caso mencionado, ninguno de los involucrados fue encontrado en la dirección registrada en Reniec. A pesar de ello, en una comunicación posterior, Passano afirmó que "no hay nada oscuro ni ilegal en este asunto" debido a que "el oro ya no pertenece a la persona fallecida", a pesar de que Sumaj Orkro era una de las empresas de Peter Ferrari.
En marzo de 2015, el Ministerio Público informó que durante los años 2012 y 2013, cuatro empresas relacionadas con el empresario exportaron más de 14 toneladas de oro a Estados Unidos, lo que trajo una ganancia de 636 millones de dólares.
Dentro de estas empresas, la Comercializadora Minerales Rivero fue intervenida en diciembre de 2013 con un cargamento de oro valuado en 2.5 millones de dólares, el cual se sospechaba que tenía irregularidades.
Los últimos años de Peter Ferrari
Pérez Miranda estuvo recluido en el penal de Cochamarca, en Pasco, donde cumplió prisión preventiva por los presuntos delitos de lavado de activos derivados del narcotráfico y la comercialización de oro ilegal. Posteriormente, regresó a Lima y se instaló en un hotel de San Borja para cumplir cuarentena por el coronavirus.
El comunicado emitido por el Hospital de Villa El Salvador informó que, Miranda, de 60 años de edad, falleció a causa de una grave insuficiencia respiratoria. Tras su ingreso y posterior derivación a la unidad de cuidados intensivos, no se pudo revertir su estado de salud.
El año anterior a su fallecimiento, el Gobierno peruano había aprobado su extradición a Estados Unidos por lavado de activos, a raíz de una solicitud de una corte del estado de Florida; no obstante, pospuso su entrega hasta que finalizara el proceso penal que enfrentaba en el país.
Hermes aclara que devolución del oro de su bóveda se realizó en estricto cumplimiento de mandato judicial
En comunicación con La República, la empresa Hermes indicó que la custodia del oro se da en el marco de un mandato emitido por el 33.º Juzgado Civil. En cumplimiento a este mandato, Hermes custodió el oro desde el 11 de julio del 2014 hasta el 17 de julio del 2024 por su condición de órgano de auxilio judicial (depositario judicial).
El oro fue devuelto en estricto cumplimiento de las resoluciones judiciales que ordenaban la devolución del oro a sus propietarios. Dicho acto se realizó en el local de Hermes con presencia de los propietarios del oro, la especialista de actos externos del Juzgado Civil, con el apoyo de la PNP, y los representantes legales de Hermes. Con este acto culminó el encargo judicial de custodia del oro.
En ese sentido, Hermes mencionó que ha actuado en cumplimiento de mandatos judiciales, cumpliendo con las formalidades del caso y siempre en un contexto de legalidad y transparencia.
Foto: Hermes/La República
