En un distrito de Lima Metropolitana, un espacio natural contrasta con el paisaje urbano. Este lugar alberga formaciones rocosas con aspecto de animales, resultado de un fenómeno climático que combina la niebla del océano con temperaturas frías, lo que genera un microclima único. Aquí, la flora y fauna prosperan, con especies endémicas y rutas de trekking que invitan a explorar su diversidad y belleza geológica.
En medio del paisaje urbano de Lima Metropolitana, una colina se transforma en un vibrante manto verde durante el invierno. Las Lomas de Mangomarca, ubicada en San Juan de Lurigancho, es un oasis natural en un entorno mayormente árido. Este lugar, que abarca 500 hectáreas y se eleva a 850 metros sobre el nivel del mar, se originó gracias a un fenómeno climático característico de la costa peruana: la interacción entre la humedad de la niebla marina y las frías temperaturas del océano Pacífico.
Las densas nieblas, conocidas como 'camanchacas', se desplazan hacia el interior, aportando la humedad necesaria para que la vegetación florezca en este terreno. Además de su flora estacional, Mangomarca es famosa por sus formaciones rocosas que evocan figuras animales, como la 'Boca del Lobo', un perro y otras que recuerdan la silueta de un águila o una lechuza.
La deformación rocosa más conocida de esta loma es la que se parece a un perro. Foto: Lomas de Mangomarca/Facebook
Las Lomas de Mangomarca albergan una biodiversidad rica y variada, hogar de numerosas especies de flora y fauna. Entre sus joyas destaca la flor de Amancaes (Ismene amancaes), con grandes pétalos amarillos y una fragancia delicada. Esta planta, que florece solo una vez al año durante un breve período de dos a cuatro días, es crucial para el ecosistema, ya que capta la humedad del ambiente, favoreciendo la germinación de otras especies.
El ecosistema de las lomas alberga 18 especies de fauna, entre ellas aves como golondrinas y petirrojos, además de varios mamíferos e insectos. Los visitantes pueden explorar este entorno natural a través de diversas rutas de trekking, que varían desde recorridos cortos hasta caminatas de varias horas, según el nivel de dificultad deseado.
Para quienes desean visitar las Lomas de Mangomarca, existen varias opciones de acceso según el punto de partida y el medio de transporte disponible. Si eliges el transporte público, puedes tomar las líneas de bus 104 o 48 que circulan por la Avenida Abancay y te dejarán cerca del área de acceso. Otra alternativa es usar las combis de la línea Z, que parten desde la Avenida 28 de Julio y te llevan hasta San Juan de Lurigancho.
Para quienes prefieren un acceso más directo en automóvil, una ruta conveniente es dirigirse a la cuadra 22 de la Avenida El Santuario. Desde allí, puedes continuar por la Avenida Tocache, que conduce directamente al inicio del recorrido en la cuadra 23. Otra opción es ingresar desde la Fortaleza de Campoy, donde un sendero marcado atraviesa un cerro y lleva hasta las áreas verdes de Mangomarca.