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Sociedad

Joven chiclayana triunfa como jefa de operaciones en la Fórmula 1: "Cualquier error cuesta dinero"

El talento de la joven peruana la llevó a obtener una beca de estudios en Estados Unidos, donde descubrió su pasión por la logística y el comercio internacional.

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La joven peruana estudió en el Hult International Business School, en Bostón. Foto: Andina

Ana Karla Chero Gallardo sorprende al Perú y el mundo por su gran talento para la gestión logística, lo que la llevó a convertirse en la jefa de operaciones en la reconocida Fórmula 1. Su historia inició en Chiclayo, cuando formó parte del programa de Bachillerato Internacional en el colegio San Agustín.

Sus excelentes calificaciones la llevaron a obtener una beca, con solo 17 años, en el Hult International Business School en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, donde descubrió un mundo lleno de oportunidades. "Fueron papá y mamá quienes me acompañaron en el camino", contó para Agencia Andina.

"Tengo familia que vive en Japón y en Estados Unidos, y me comentaban la experiencia de migrar, de estudiar fuera, de lo laboral. Como era muy caro estudiar allá, pensaba en algún momento estudiar una maestría, pero nunca pensé que la oportunidad de viajar se me diera siendo tan pequeña. Gracias a Dios, a mis notas, a mi esfuerzo y, sobre todo, a mis padres, postulé a esa beca, y se me abrió la puerta", expresó.

Gracias a su alto potencial, su alma mater le ofreció la oportunidad de trabajar y rotar en el campus, e incluso permitirle vivir un semestre en Londres. Sin embargo, durante su estancia en el país europeo, descubrió que prefería desarrollar su carrera en Estados Unidos. Esa experiencia fortaleció su carácter, y fue en ese momento cuando Ana Karen decidió enfocarse en el área en la que trabaja actualmente: el campo logístico.

"Inicialmente, siempre he sido de la idea de que el comercio internacional nunca va a tener una caída grande en términos laborales. Y por eso pensé en esa industria como algo con muchas oportunidades para mí. Siempre veremos que hay importaciones y, sobre todo, en un país tan consumista como Estados Unidos", precisó.

No obstante, la chiclayana también considera que el campo logístico puede estar pensado para hombres. "Sí, es real que se vincula a la logística como algo más masculino. Recuerdo que al inicio me llevaban los taxis a las oficinas y me decían ¿trabajas aquí?, ¿qué estás haciendo?, porque veían muchos camiones. Es otro ambiente y siempre estaba la incógnita", opinó.

A pesar de estos desafíos y de buscar que se respete su trabajo por sus conocimientos y no por su género, Ana Karen decidió que debía hacerse valer por su experiencia y habilidades. "Pese a eso y al buscar que se respete mi trabajo, por lo que sé más que por lo que veían en mí o por mi sexo, yo misma me dije que me tenía que hacer valer por mis conocimientos. Si bien es cierto vine con preparación académica, me sirvió mucho el día a día, aquí en el campo", explica. Esta determinación le permitió consolidarse en un entorno predominantemente masculino y demostrar que la competencia y el profesionalismo trascienden cualquier barrera de género.

De Chiclayo a la Fórmula 1

Entre el manejo de grandes firmas, que le ha permitido construir una cartera de clientes altamente reconocida, Ana Karla enfrentó el reto profesional de ser la jefa de operaciones en el ámbito logístico de uno de los eventos deportivos más esperados del mundo: la famosa Fórmula 1.

"Tenía al inicio mucho miedo. Los ojos del mundo están puestos en esta competencia, pero mis superiores vieron mi potencial. Afortunadamente, todo salió bien y tuve gran apoyo de mi equipo… y emocionalmente el de mis padres y hermanos", comenta.

Sin embargo, esa experiencia fue sumamente desafiante, puesto que, aunque logró cumplir con el encargo, enfrentó situaciones que pondrían a prueba a cualquiera. Un ejemplo de ello fue cuando, en plena noche de sábado, un contenedor de Pirelli que almacenaba llantas en la yarda dejó de funcionar, lo que puso en riesgo millones de dólares.

Cabe resaltar que también ha colaborado con otras empresas de renombre como Royal Caribbean Cruises. "En el mundo de la logística cualquier error cuesta dinero, si te equivocaste en un número, fecha o lugar, pero la lección que me dejó ese encargo fue darme cuenta de que todo es posible, que no hay reto grande", concluye.