En medio de gritos de justicia y angustia, los comerciantes del centro comercial Mega 80, en Comas, realizaron una protesta tras el asesinato de su dirigente, Bruno Mauro, secretario de Economía del mercado.
El trágico suceso ocurrió en la noche del sábado 4 de mayo, cuando Mauro fue atacado por dos sicarios que le dispararon tres veces, dos de esos tiros en la cabeza y uno en el cuello, y lo dejaron sin vida en el acto.
Las cámaras de seguridad captaron el brutal momento en el que los atacantes llegaron en motocicleta, lo esperaron fuera de los servicios higiénicos del mercado y llevaron a cabo el crimen con precisión despiadada. Este asesinato no fue un acto aleatorio, sino que siguió una serie de amenazas que Mauro había recibido previamente, relacionadas con el presunto cobro de cupos.
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La Policía Nacional del Perú (PNP) ordenó el cierre temporal del Mega 80 para realizar investigaciones y reunir toda la información posible sobre el asesinato. Se solicitó la ayuda del personal de la Dirección de Investigación Criminal para analizar las grabaciones de las cámaras de vigilancia, con el objetivo de identificar a los responsables y reconstruir el modo de operación de los sicarios.
Los comerciantes y trabajadores del mercado expresaron su preocupación y temor por su seguridad, ya que las amenazas de extorsión continúan. Ellos confirmaron que las intimidaciones hacia Mauro eran conocidas y generaban alarma entre los integrantes del centro comercial.
Un familiar del dirigente señaló que Mauro estaba profundamente involucrado en las actividades del mercado, y a menudo se hacía cargo de asuntos relacionados con la administración del local y hasta derivaba temas críticos al presidente. Además, indicó que el problema podría estar relacionado con disputas sobre la propiedad del terreno en el que opera el Mega 80, un conflicto que ha existido durante años y que genera constantes tensiones.
La familia y los amigos de Bruno Mauro le dieron un emotivo último adiós con una ceremonia en su vivienda en Comas. El dirigente deja cuatro hijos, quienes, en medio de su dolor, han acudido a la Morgue del Centro de Lima para recuperar el cuerpo de su padre y exigir justicia. Piden a las autoridades esclarecer el caso y capturar a los responsables del asesinato.
Este trágico episodio no es un caso aislado en el distrito. Recientemente, el alcalde de Comas denunció que sufrió un atentado tras recibir amenazas de muerte, lo que subraya la urgente necesidad de que las autoridades tomen medidas contundentes para erradicar la violencia y la extorsión que afectan a la comunidad.
La comunidad espera que los casos de Bruno Mauro y del alcalde de Comas no queden en la impunidad, y que las investigaciones conduzcan rápidamente a la captura de los autores intelectuales y materiales de los atentados.