“Terminó la operación Corazones Unidos”. La suboficial de segunda PNP Verónica Gargate Coaguila recibió ese mensaje desde la Dirección de Aviación Policial. Lo escuchó y sintió un escalofrío. Recién después, le invadió la emoción y se quebró. Era la confirmación de un final feliz, de un esfuerzo de película que había dado sus frutos. A partir de ese momento, confiesa, su vida y la de Juan Antúnez Cárdenas, el hombre de 64 años al que rescató de las llamas colgada desde un helicóptero, han quedado unidas para siempre.
Ella es natural de Arequipa y es la menor de ocho hermanos.
Vicente Gargate y Susana Coaguila responden estar orgullosos de su hija y recuerdan que egresó de la Escuela Técnica PNP de la Ciudad Blanca con muchas ganas de servir a su país.
“Pertenece a la promoción Solidarios Perfección 2012-2014”, manifiesta su padre. La familia continuó en directo el rescate a través de la televisión.
La suboficial Verónica Gargate es una mujer con gran fortaleza mental y física. Ha realizado un curso de asistencia médica en el Fuerte Benning, en los Estados Unidos, donde fue la única mujer de esa promoción.
También ha participado en otras operaciones de riesgo en alta mar y en distintas evacuaciones en la sierra y selva por las cuales, en el 2017, recibió una felicitación de su institución.
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Veinticuatro horas después del rescate ocurrido en un edificio del jirón Áncash, en el Cercado de Lima, donde funcionaba un almacén de plásticos, Verónica Gargate habla con La República.
“Apenas recibimos la comunicación de la Central 105, me dirigí a la pista del helipuerto junto con el comandante PNP Juan Vásquez León, el capitán PNP Daniel Banda Díaz y el suboficial Saúl Meza Arias”, recuerda.
Así partieron a la emergencia. “Cuando llegamos, el mecánico de la tripulación se encargó de ver que no haya objetivos que truncaran la misión”, señala.
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Cuando estuvo cerca de la azotea, bajó con una cuerda casi 50 metros hasta el lugar donde estaba Juan Antúnez, un estibador de 64 años que había quedado atrapado por el fuego. “Lo noté muy nervioso”, dice.
Por eso le pidió que se mantuviera sereno, para colocarle el arnés. Cuando verificó que todos los seguros estaban bien, dio la señal de mano al mecánico de la tripulación para que baje la grúa. “Nos enganchamos y le indiqué al señor que iba a sentir un tirón por el levantamiento. En pleno ascenso, me abrazó fuerte, producto de los nervios, pero luego tomó valor y la operación fue un éxito”. Así, ella se convirtió en el Ángel de los Aires.
Rescate. Descendió de la nave casi 50 metros con una cuerda. Foto: difusión
El general PNP Fredy Lopez, director de Aviación Policial, dijo que en Perú no hay antecedentes de un rescate como el visto.
El Gobierno, a través del Ministerio del Interior, dará un reconocimiento a la suboficial. También se incluirá a toda la tripulación del helicóptero.
“Se alista una resolución ministerial”, señaló el ministro Walter Ortiz.
Familia. Ella es de Arequipa y sus padres están orgullosos. Foto: difusión
Juan Antúnez, el rescatado, dijo que fue “una intervención divina” y “una cadena de buenas intenciones con algo de suerte”. Está con su familia.
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Hasta la tarde de ayer, los bomberos seguían trabajando para confinar el fuego del edificio. Se conoció que la infraestructura podría colapsar luego del siniestro.