“Como Gobierno, viabilizamos la entrega de personas que cometieron delitos en cualquier país vecino o de otras latitudes del mundo. Seremos inflexibles contra quienes pretendan buscar refugio en nuestro país queriendo burlar a la justicia”, afirmó el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, tras expulsar y entregar al peruano Segundo Maicol Deyvi Liñán Arroyo a representantes de la Policía Nacional.
Liñán Arroyo es acusado de liderar de una organización criminal que drogaba y cometía abusos sexuales contra jóvenes y adolescente en Nuevo Chimbote, provincia del Santa, en la región Áncash.
Las autoridades peruanas tienen pruebas de que los integrantes de esta red grababan estos actos repudiables y comercializaban los videos vía Telegram en el extranjero.
Segundo Liñán, de 26 años, huyó del Perú tras la muerte de Andrés Rodríguez Cruz, un joven universitario de 19 años que participó en una de las reuniones organizadas el mes pasado por esta banda criminal.
Tras ese crimen, la policía capturó a Luis Alejandro Azañero Silva (19), Néstor Martín Camacho Amiquero (18), Cristofer Herrera Arroyo (19), Joselyn Quezada Gordillo (19) y a un menor de 16 años.
Se sabe que ellos alquilaron una vivienda en la urbanización Paseo del Mar y citaron a cuatro jóvenes, a quienes doparon y agredieron sexualmente para luego abandonarlos en el centro de la ciudad y en un corralón de Nuevo Chimbote.
La Fiscalía ha solicitado nueve meses de prisión preventiva para Segundo Maicol Liñán, quien es acusado de violación de personas en estado de inconsciencia con subsecuente muerte, entre otros delitos.
El pedido fue aprobado por el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte de Justicia del Santa, presidido por la jueza Susana Quispe Trujillo.
Cuatro de sus cómplices ya cumplen prisión preventiva en el penal de Chimbote. El menor fue internado en el centro Maranguita, en Lima.
Esta banda tenía a mujeres que se encargaban de disolver pastillas de clonazepam en las bebidas alcohólicas y hacer que las víctimas las ingieran. A ellas les pagaban 500 soles.
Liñán Arroyo era el encargado de planificar y organizar las fiestas del terror. Él pagaba 500 soles a quienes cometían estos hechos aberrantes y 400 a los encargados de conseguir a las víctimas para dejarlos a merced de estos depravados sujetos.
La justicia se encargará de procesarlos y aplicarles todo el peso de la ley, como han pedido los deudos.
Prisión. Bajo estrictas medidas de seguridad Liñán Arroyo ingresó ayer al penal de Cambio Puente, donde cumplirá prisión preventiva.
Pena. Los familiares del estudiante fallecido exigen la máxima sanción para el cabecilla.
Terror. En esta casa alquilada se cometían los abusos. Foto: difusión