El papa Francisco, en julio de 2023, ordenó una investigación sobre la organización católica peruana Sodalicio de Vida Cristiana, fundada en 1971 por el laico Luis Fernando Figari, quien está acusado de abusos y de tener un poder económico extraordinario. Por esa razón, se envió la misión Scicluna-Bertomeu, que viajó a Perú para escuchar a los sobrevivientes, a periodistas que los investigaron y a la comunidad campesina del distrito de Catacaos afectada por las empresas del Sodalicio en Piura.
Marcelino Ynga, quien dirige la comunidad campesina de Catacaos, acusó a las empresas del Sodalicio de robarles sus tierras y acosarlos en procesos judiciales. Estas denuncias fueron presentadas ante la comisión formada por el obispo Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu.
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El papa Francisco envió un mensaje en señal de agradecimiento por el trabajo realizado por los campesinos de Catacaos: "Los miembros de las comunidades campesinas de Piura, sé lo que están pasando. Defiendan la tierra, no permitan que se la roben. Gracias por lo que hacen. Desde aquí, rezo por ustedes y estoy cercano. Con gusto les doy mi bendición: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Coraje y adelante!".
Los campesinos del distrito quisieron expresar, mediante un video, el dolor e impotencia que sienten por el robo de sus tierras. Marcelino Ynga, de 66 años, manifestó a través de un video el dolor que siente: "Santo padre, quiero recalcar que la organización a la que pertenecía el señor Antonio Eguren nos ha vendido nuestras tierras de la comunidad, tierras que nosotros poseemos. Querido y estimadísimo santo padre, le informamos que la organización San Juan nos ha vendido nuestras tierras. Esperamos que pronto nos dé un resultado al respecto de este acto realizado por la organización".
A través de las personas que fueron enviadas de Roma a Perú. Campesinos, les pide que investiguen a la organización del Sodalicio, que intentó enjuiciarlos y encarcelarlos, mencionando que asesinaron a dos campesinos de la comunidad y se sienten muy agradecidos por todo el respaldo que vienen recibiendo del Papa Francisco.
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El pasado 2 de abril, se da la sorpresiva renuncia de uno de los miembros más encumbrados del Sodalicio, Jose Antonio Eguren, a la Arquidiócesis de Piura y Tumbes. La decisión fue tomada como parte de investigación desde el Vaticano al Sodalicio, hecho que causado que la Conferencia Episcopal peruana realice un balance de acciones ante el caso que se viene presentando.
Se consultó sobre cuáles serían los motivos de dicha renuncia; sin embargo, el obispo se negó rotundamente a detallar la razón y dijo: "Ahí no más quedamos, porque no voy a explicar los motivos".
Se le realizó un homenaje donde lo nombraron hijo predilecto y le otorgaron la medalla de la ciudad tras estar 18 años como líder religioso de Piura. Como últimas palabras, expresó: "Un sacerdote nunca se retira y, más aún, un obispo retirado puede hacer muchas cosas buenas: confesar y tener mucho tiempo para leer y escribir".