El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) informó que, de acuerdo al comunicado del Enfen, el fenómeno El Niño se ha debilitado, por lo que su estado ha cambiado a 'no activo'. De esta manera, las repercusiones se reflejarán en el clima del país.
El cambio en el estado de alerta del fenómeno El Niño comprende variaciones en el clima estacional para los meses de abril y junio de 2024. Es preciso mencionar que, como parte de este evento climatológico, se experimentó una ola de calor en el país y extrema radiación ultravioleta.
¿Qué implica que El Niño ahora esté 'no activo'?
Senamhi explica que el debilitamiento del fenómeno El Niño se debió a la disminución de los valores en la temperatura superficial del mar frente a la costa peruana, en estas últimas semanas. Con este debilitamiento, se espera que las condiciones neutras del mar continúen hasta mayo, por lo menos, “seguida de condiciones frías débiles entre junio y julio. A partir de agosto y hasta octubre, las condiciones neutras son más probables”.
Asimismo, para el periodo abril-junio de 2024, se prevé que las temperaturas del aire figuren dentro de lo normal en la costa peruana y que las lluvias en la costa y sierra norte registren valores normales e inferiores. Por su parte, el Enfen precisó que se esperan condiciones frías débiles entre junio y julio.
¿Cómo afectó el fenómeno El Niño en 2023-2024 en Perú?
El fenómeno de El Niño, en 2023-2024, ha tenido diversas consecuencias en Perú; ha afectado, principalmente, el clima y la economía del país. Aquí hay algunos puntos relevantes:
- Lluvias e inundaciones. El fenómeno ha provocado un aumento en las precipitaciones en varias regiones de Perú, especialmente en la costa norte y en la selva. Esto ha resultado en inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que afecta a miles de personas, además de dañar infraestructuras, como carreteras y puentes.
- Impacto en la agricultura. Las lluvias excesivas han afectado la producción agrícola, dañan cultivos y reducen la producción de alimentos, como el arroz, el maíz y las frutas. Esto ha tenido un impacto negativo en la economía rural y en la seguridad alimentaria.
- Salud pública. El aumento de las precipitaciones ha creado condiciones propicias para la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el dengue y la malaria. Las autoridades sanitarias han intensificado los esfuerzos para prevenir brotes y proteger a la población.
- Pesca. El calentamiento de las aguas del océano Pacífico ha afectado la biodiversidad marina y la pesca, una industria importante para la economía peruana. La disminución en la población de peces ha afectado a los pescadores y a las comunidades costeras.
- Medidas gubernamentales. El Gobierno peruano ha implementado medidas para mitigar los efectos de El Niño, como la construcción de infraestructuras para controlar inundaciones, la provisión de asistencia a las comunidades afectadas y la implementación de planes de emergencia en áreas vulnerables.
- Economía. A nivel económico, los daños a la infraestructura y a la agricultura han tenido un impacto negativo en el crecimiento económico del país. Se han destinado recursos significativos para la reconstrucción y la ayuda a las áreas afectadas.