Este viernes 5 de abril de 2024, el día comenzó con llovizna en diversos distritos de Lima Metropolitana, pero lo más atractivo de la mañana fue la presencia de un arcoíris que se apreció con mucha claridad desde el centro de la capital.
Este fenómeno óptico no es muy frecuente en esta estación del año, motivo por el cual los ciudadanos se vieron sorprendidos y ya están comentando sobre este acontecimiento en las diferentes redes sociales en internet.
Un arcoíris se produce debido a la refracción, reflexión y dispersión de la luz solar en las gotas de agua presentes en la atmósfera. Este proceso ocurre en varios pasos:
Arcoíris visto desde diferentes distritos de Lima. Foto: composición La República/OML/María Elvira/X
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El proceso se produce en innumerables gotas de agua simultáneamente. Esto crea un espectro de colores que aparece como un arco en el cielo, con el rojo en el exterior y el violeta en el interior.
La forma se debe a la dirección de la luz que se refleja y se refracta dentro de las gotas de agua, y solo vemos una curva en lugar de un círculo completo porque generalmente estamos en el suelo, con el horizonte bloqueando la otra mitad.
La posición del sol y del observador también afectan la aparición del arcoíris: el astro debe estar bajo en el cielo, detrás del sujeto, quien tiene que estar mirando en la dirección opuesta para apreciar el fenómeno.
El arcoíris tradicionalmente se describe con siete colores, los cuales son, empezando por el exterior del arco: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta.
Esta división se remonta a Isaac Newton, quien identificó las tonalidades en el espectro de luz visible cuando realizó experimentos con prismas durante el siglo XVII. Newton eligió siete por razones que combinaban la observación científica y consideraciones filosóficas relacionadas con la armonía numérica en la naturaleza.
Sin embargo, en realidad el fenómeno es un continuo de tonos y no está dividido nítidamente en siete. Los colores del arcoíris se mezclan suavemente entre sí, y la percepción de diversidad puede variar según el individuo que lo contempla. Algunas culturas y sistemas de clasificación pueden incluir menos de siete, omitiendo, por ejemplo, el añil, que se encuentra entre el azul y el violeta.