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Sociedad

Línea 1 del Metro de Lima necesita con urgencia más trenes para no colapsar

Antes de unirse con Línea 2. Concesionario ha propuesto al MTC y la ATU adquirir 22 trenes, construir una estación de interconexión, ampliar las ya existentes y repotenciar la parte eléctrica y el equipamiento. Ositrán advierte que proyecto debe aprobarse ahora porque estamos contra el reloj. Línea 2 estará operando casi completa en 2028 y ampliación de Línea 1 no llegaría.

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Multitud. En horas punta se forman colas y aglomeraciones en estaciones de la Línea 1. Foto: difusión

Si hoy en día la Línea 1 del Metro, que opera entre San Juan de Lurigancho (SJL) y Villa El Salvador (VES), presenta largas colas en horas punta por el gran número de pasajeros; en unos años, cuando se interconecte a la Línea 2, el servicio colapsará si —de manera urgente— no se compran más trenes, no se amplían las estaciones y no se renueva su sistema de electrificación.

Esta es la preocupación que se ha advertido en las mesas de trabajo que han tenido los concesionarios con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Y es que ya podría ser tarde.

Fuentes que participaron en estas reuniones informaron a La República que, el pasado 28 de diciembre del 2023, el concesionario Tren Urbano de Lima, a cargo de la Línea 1, presentó al MTC y la ATU un estudio de preinversión a nivel de perfil para la ampliación de la capacidad de dicho servicio, con el fin de evitar un colapso inminente.

El objetivo de este plan, según las fuentes consultadas, es bajar la frecuencia de los trenes de la Línea 1 de 3 a 2 minutos en horas punta y aumentar la atención de pasajeros diarios de 550.000 a 850.000 en los próximos años. “Para eso, en el estudio, se ha planteado la compra de 22 nuevos trenes y 5 más para reemplazar a los 5 antiguos (rojos), que no dan para más. Además, se ha propuesto la renovación del equipamiento electromecánico, la ampliación de algunas de las 26 estaciones, de los patios y terminales de VES y SJL; así como la repotenciación de la parte eléctrica (porque habrá más trenes ) y la actualización del sistema de control de pasajeros (torniquetes, validadores y máquinas de recaudo)”, dijeron.

Solo así no habrá un desbalance de las capacidades de la Línea 1 y la Línea 2 del Metro.

Labores del Metro subterráneo, que unirá ambas Líneas . Foto: Marco Cotrina/La República

A estos cambios también se ha sumado la construcción de la nueva estación 28 de Julio de la Línea 1 para lograr la interconexión con la estación del mismo nombre de la Línea 2, que estará en el cruce de las avenidas 28 de Julio y Aviación. Y es que en diciembre, el titular del MTC, Raúl Pérez-Reyes, anunció que se corrigió ese error en la planificación de la Red Básica del Metro y se acordó eso con los concesionarios para que los pasajeros pasen de la estación subterránea de la Línea 2 a la elevada de la Línea 1 sin problemas.

Sin embargo, para conseguir los recursos y empezar los estudios, las obras y las compras, se necesita que tanto el MTC como la ATU dejen de ir a paso lento y puedan aprobar la viabilidad del estudio de ampliación de la capacidad de la Línea 1 para que, luego, se llegue a firmar una adenda al contrato de concesión vigente hasta el 2041.

Esto es urgente y los plazos son cortos, señalaron las fuentes de La República, porque según las estimaciones del concesionario de la Línea 1 se necesita que la ATU pueda dar el visto bueno del estudio de demanda y de los demás componentes hasta mayo de este año, como máximo. Para eso, debe evaluar todo en paralelo y no uno por uno, como lo viene haciendo, advirtieron.

“Se espera que el proceso de negociación de la adenda dure año y medio, desde mayo, porque debe pasar por el MEF, la Contraloría y Proinversión. Así, hacia finales del 2025, se estima firmar la misma para poder arrancar con la fase de inversión, la fase de estudios definitivos de ingeniería y de obras y de la compra de los trenes”, señalaron.

Pero ¿por qué se necesita avanzar cuanto antes con esta ampliación de la capacidad de la Línea 1? Porque, de acuerdo con los plazos del MTC, la ruta completa de la Línea 2 empezaría a operar en el 2028; mientras que el mejoramiento de la Línea 1 recién concluiría en el 2030, si se empieza en el 2026, porque tiene una duración de 4 años.

Ositrán confirma necesidad

Estamos contra el reloj”, sostiene el ingeniero Miguel González, jefe de Contratos Ferroviarios y del Metro de Lima y Callao del Ositrán (Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público). “Desde el 2020, le hemos venido avisando al concedente (MTC) que la ampliación de la oferta de la Línea 1 requiere de varios años, por lo que debería darle luz verde cuanto antes al proyecto. La compra de trenes demora, los estudios toman tiempo y las obras estarán complicadas porque deberán hacerse por las noches para no afectar el servicio”, manifestó.

Para González se corre el riesgo de que no se habilite la nueva estación 28 de Julio, de la Línea 1, ni se logre la interconexión con la Línea 2, hasta que no estén los nuevos trenes. “Eso puede ser una opción para que no haya un rechazo de los pasajeros del servicio ante el colapso de la primera línea del Metro, lo cual tergiversaría el sistema del Metro”, dijo tras reiterar que la Línea 1 ya está saturada y prueba de ello es que este año trasladará a 180 millones de pasajeros, lo cual no lo hace ninguna ruta de metro del mundo.

“Es fundamental asegurar la interconexión de ambas líneas del Metro para tener un sistema integrado en servicios y tarifas. Pero para eso se tiene que viabilizar con urgencia la compra de 22 nuevos trenes para la Línea 1 porque si no, no va a poder atender la demanda adicional que tendrá con la Línea 2”, advirtió el director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia. Él afirma, al igual que el vocero de Ositrán, que los tiempos son demasiado cortos, por lo que lamentó que el titular del MTC no le esté dando importancia a esta necesidad. “A eso súmele que el presidente ejecutivo de la ATU (José Aguilar) presentó su renuncia hace un mes, y esta aún no es aceptada. Así no se puede exigir avances y cumplimientos”, indicó.

Este diario conoció que el proyecto costaría 1.500 millones de soles, de los cuales el 60% sería para las obras y el 40% para la compra de trenes. También supo que el concesionario Tren Urbano de Lima se ha comprometido a poner gran parte de la inversión para que no se demore más tiempo. “Si la Línea 2 empieza en el 2028 y la ampliación de la Línea 1 está recién en 2030, habrá un desfase, un colapso, porque con la interconexión la Línea 1 recibirá entre 60.000 y 100.000 pasajeros adicionales. Por eso urge que entiendan el problema”, precisaron las fuentes consultadas.

En Ate. Un tramo de la Línea 2 ya entró en operaciones de manera formal. Foto: difusión

Según las estimaciones del concesionario, agregaron, para el 2028 se puede tener lista la nueva estación y comprar los primeros trenes para que el impacto no sea fuerte, pero se necesita que el proyecto avance sin contratiempos.

“Las obras no tendrán demoras porque no hay expropiaciones ni grandes liberaciones de interferencias en la ruta de la Línea 1”, precisaron. Esta sería la segunda ampliación de su capacidad.

La República pidió la versión de la ATU, pero comunicaron que el MTC, al ser concedente, debía responder sobre el tema, pero no lo hizo.

Urge tener un nuevo liderazgo en la ATU

Enfoque. Karla Gaviño, docente en Gestión Pública

Para que los proyectos sean priorizados, como las Líneas 1 y 2 del Metro, tiene que haber liderazgo en la institución encargada. Sin embargo, hoy eso es incierto en la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) porque el presidente ejecutivo, José Aguilar, presentó su renuncia hace un mes y aún no es aceptada. Esto es negativo porque no se pueden trabajar políticas de mediano y largo plazo, sino solo coyunturales. La situación precaria del jefe de la ATU está relacionada con la crisis que se vivió con el Corredor Morado.

Aguilar no duró ni nueve meses e ingresó al puesto tras la criticada salida de su antecesora. Eso refleja también inestabilidad en el cargo. El ministro Rául Pérez-Reyes debe hallar un profesional que acepte este difícil contexto. Y lo tiene que hacer con prontitud porque se vienen presentando más conflictos.

Obras de la Línea 2 siguen avanzando

La tuneladora Delia llegó ayer hasta la estación Manco Cápac de la Línea 2 del Metro, en La Victoria, y debe seguir hacia la Estación Central; sin embargo, hay problemas entre el municipio de Lima y el concesionario, lo que complica que se cierre el cruce de Paseo Colón y Garcilaso para que empiecen las obras.

La presidenta Dina Boluarte señaló que la tuneladora acabará su trabajo de la etapa 1B (Ate-Breña) en la estación Parque Murillo y luego iniciará la perforación de la etapa 2 (Breña-Callao), hasta llegar a la estación Insurgentes.

También dijo que a la fecha se ha trasladado a 2 millones de pasajeros desde que se inauguró en diciembre último el primer tramo de la Línea 2, desde la estación Mercado Santa Anita hasta Evitamiento.

Si bien la Línea 2 avanza a paso de tortuga, en breve abrirá más estaciones y la Línea 1 no está preparada.

Reacciones

Miguel González, vocero de Ositrán

“Desde el 2020, Ositrán le ha venido avisando al MTC que la Línea 1 está rebosando y que será peor si se da la interconexión y no se amplía la capacidad de la Línea 1. Estamos contra el reloj”.

Luis Quispe Candia, director de ONG Luz Ámbar

“Si no se compran ahora más trenes para la Línea 1, esta no va a poder atender la demanda adicional de la Línea 2. El MTC debe darle urgencia y prioridad a este problema porque estamos tarde”.