La represión durante las protestas contra Dina Boluarte no solo dejó decenas de muertos en la región Puno, sino que le cambió la vida a muchos ciudadanos que resultaron heridos, prueba de ello es Martha Noemi Roque Quispe (49), quien sacaba adelante su negocio como emprendedora, pero que vio truncados sus sueños a raíz de la masacre perpetrada en Juliaca.
Martha Roque, de ser una exitosa vendedora de jugo de quinua con manzana, pasó a ser una mujer convaleciente que ahora depende del cuidado de sus hijas. Un impacto de bala percutado por las fuerzas del orden le provocó una herida a la altura de la muñeca izquierda y le perforó los dos senos. Las lesiones marcaron para siempre su salud.
El proyectil la sorprendió cuando se dirigía a su casa por inmediaciones del aeropuerto Manco Cápac el 9 de febrero de 2023, exactamente un mes después que 18 personas fueron asesinadas en manos de las Fuerzas Armadas en la ciudad de Juliaca, en el marco de las movilizaciones por la renuncia de Dina Boluarte.
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La República ubicó a Martha Roque a cuadras del lugar donde su vida cambió para siempre. No puede estar expuesta mucho tiempo al sol porque de inmediato cambia de humor por un desbalance hormonal debido a las lesiones internas en las glándulas mamarias.
“Me he hecho exámenes y el médico me ha dicho que todo es consecuencia de las lesiones internas que provocó la pólvora y ahora se me están formando quistes. Mis defensas han bajado y ya no soy la misma persona que antes. Me enfermo de cualquier cosa. Las lesiones internas en mis senos han modificado todo mi cuerpo”, dijo Roque.
Aquel fatídico 9 de febrero, en el que se había programado una misa para recordar a quienes habían perdido la vida, resultaron heridas otras 22 personas, quienes terminaron con diversas lesiones. Los afectados presentan impactos de bala en diversas partes del cuerpo.
La mayoría cayó al piso gravemente heridos cuando corrían por el pánico de los disparos que se percutaban desde el interior del terminal aéreo. La peor parte la llevó Martha Roque.
La República contactó con los médicos que atendieron a Roque Mamani. Los galenos explicaron que, en las mujeres, las mamas son el centro de control de todo el sistema hormonal. Indicaron que el cuerpo de la paciente habría sufrido un “cortocircuito” y eso modificó muchas cosas en su cuerpo e, incluso, se vio afectado su sistema inmunológico.
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Martha Mamani asegura que todas las mañanas, a la altura de su pecho, siente un vacío que le provoca un fuerte quemazón que no la deja tranquila por horas.
“Por eso estoy pidiendo al Estado, que es responsable de todo lo que sucedió, atención médica especializada. Los médicos me han advertido que por las lesiones se podría generar cáncer y necesito análisis especializados. Ahora no tengo fuerzas. A veces hasta desorientada me siento. Pido que haya justicia y que el Gobierno se haga cargo de tanta gente que sigue en cama sin ningún tipo de ayuda”, precisó.
Actualmente, los heridos de la represión en Juliaca superan las 200 personas. La mayoría ya no trabaja por las serias secuelas que provocó en su cuerpo el impacto de bala. Ninguna de estas personas es parte de programas de recuperación. Casi la totalidad depende del cuidado de su familia e hijos.
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