El ingenio para pasar droga y celulares a las cárceles no tiene límites. El último ‘invento’ fue descubierto en Chiclayo, donde una mujer y su hijo fueron detenidos por acondicionar marihuana, equipos de comunicación y víveres en pescados frescos que iban a ser internados en el establecimiento penitenciario de Piura (ex Río Seco).
Estos productos y objetos prohibidos iban a ser entregados al conviviente y padre de los intervenidos, quien está recluido por robo agravado, y a otros dos reclusos condenados por el mismo delito y por homicidio calificado.
A Jacqueline Salazar Cornejo (41) la detuvieron en el mercado modelo de Chiclayo, mientras que a su hijo Darwin Miguel Pisfil Salazar (18) lo arrestaron en el distrito de Monsefú.
Por este caso, los agentes de la Dirección de Investigación Criminal de Lima allanaron las celdas 2, 7 y 13 del pabellón 4 del referido penal, donde están recluidos Juan Aguirre Cobeñas (36), Luis Fernando Flores Benavides (26) y Miguel Ángel Pisfil Gonzales (40), quien es esposo y padre de los detenidos.
Según se informó, todo empezó el 13 de octubre cuando un equipo especial de investigación de la División de Homicidios de servicio en Piura llegó a tener conocimiento que dos sujetos iban a pasar droga y celulares al referido penal.
Esa tarde, junto con un fiscal, acudieron al área de revisión corporal y de paquetes y verificaron las jabas con víveres y con pescados caballa que habían sido ingresados por Ezequiel Córdova Jiménez (66) y Macario Viera Peña (62). Decomisaron 10 celulares táctiles, 8 celulares con teclado, 3 audífonos, 2 baterías y 11 paquetes con marihuana.
Las jabas habían sido registradas para ser entregadas a Juan Aguirre, Luis Flores y Miguel Pisfil. Este último es administrador del Economato (tienda) N.º 8 del presidio.
Durante el proceso de investigación, como declaraciones, visualizaciones de videos del mercado Las Capullanas donde acondicionaron los víveres y pescados, vista de celulares, entre otras diligencias, se estableció que los encargados del acondicionamiento y entrega de las jabas estaban a cargo de Jacqueline Salazar y su hijo Darwin.
Con estas pruebas, los agentes solicitaron sus detenciones preliminares, allanamiento y descerraje del inmueble donde habitan. El Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Piura lo declaró procedente.
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Hoy, 16 de diciembre, desde las 5 de la madrugada, se allanaron las tres celdas donde se encontró un celular, pipas, manuscritos con números de comerciantes que presuntamente eran extorsionados, entre otros elementos prohibidos.