Cargando...
Economía

Perú está en riesgo de tener tarifas eléctricas caras

Generación costosa. Centrales hidroeléctricas redujeron su capacidad para generar energía por falta de agua. Generadoras recurren al petróleo diesel. Eso ha encarecido los costos que afectarán a los clientes libres y regulados.

larepublica.pe
Charcani V. Esta central hidroeléctrica funciona con las aguas del río Chili en Arequipa. Está alojada dentro del volcán Misti, la administra Egasa. Se inauguró en la década de los ochenta.

El recibo de luz no es el mismo. Hace un año, un usuario pagaba S/ 100, ahora abona el doble. Este incremento se atribuye al tipo de cambio y a los precios del gas natural y diesel, a los cuales la tarifa está indexada. Si esas variables se mueven las tarifas también, para arriba o abajo.

El exviceministro de Energía y Minas, Pedro Gamio, estima que este panorama podría empeorar el próximo año debido a la falta de agua para que funcionen las hidroeléctricas. Cuando un ciudadano enciende una computadora o un televisor, a menudo no se pregunta de dónde proviene esa energía. Esta se obtiene de las centrales hidroeléctricas y las plantas térmicas que funcionan a base de gas o petróleo diesel, aunque también existen fuentes solares y eólicas en menor medida.

Descenso. Ríos redujeron su caudal por la sequía.

Según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), hasta abril del presente año, el 60.1% de la producción eléctrica provenía de las hidroeléctricas, el 33.9% en base a gas natural, el 5.8% mediante energías renovables y el 0.2% con otras fuentes.

Con relación al mismo periodo de 2022, la energía hidráulica se redujo en 9.7%. Hay semanas que esa brecha aumenta a 20% ¿Qué está sucediendo actualmente? Las instalaciones hidráulicas están funcionando a la mitad de su capacidad operativa debido a la reducción de los caudales en los ríos. Una de las hidroeléctricas más importantes del país es la del Mantaro.

Esta puede generar mil megavatios. Hoy solo produce 400. En los fenómenos de El Niño de las décadas de los ochenta y noventa, el servicio eléctrico se racionaba debido a la alta dependencia del agua en la generación de energía. Para contrarrestar esta vulnerabilidad, se ha fomentado un esquema combinado: hidroeléctricas y plantas térmicas, casi en la misma proporción.

Aunque es poco probable que se repitan los cortes de luz, los precios podrían variar radicalmente debido al estrés hídrico. En algún momento del año, hasta el 20% de la energía en el país se ha generado a partir del petróleo diésel. Eso resulta costoso y no competitivo, según Pedro Gamio.

Fuentes consultadas por este medio indican que mover una turbina con agua cuesta tres veces menos que encender un motor diésel. En el mercado spot, el precio del megavatio ha aumentado de 30 dólares a 178 dólares en menos de un año por la dependencia del diésel.

Gamio sostiene que las entidades responsables del sector eléctrico en el país no han previsto el riesgo del cambio climático y su impacto en la generación de energía. Hay una crisis, pero pocos hablan de ella.

¿La luz será más cara?

En el sector energético, existen dos tipos de usuarios: los clientes libres y los regulados. Los libres, que incluyen a grandes empresas, compañías mineras e industrias, adquieren directamente la energía de las generadoras. Según Gamio, este grupo compuesto por 3.000 consumidores sentirá el impacto cuando venzan sus contratos y las generadoras apliquen los precios del mercado spot.

Entonces esos clientes aumentarán sus costos de producción, se volverán menos competitivos y probablemente trasladen el precio final al mercado. Hay versiones de que algunas generadoras ya rompieron contratos. No pueden proveer el megavatio a $ 38 cuando hoy vale $ 178. Están a pérdida.

Los clientes regulados, que son alrededor de 8 millones de peruanos, reciben la electricidad de las distribuidoras. Estas empresas la compran a través de procesos de licitación. Igual, cuando venzan los contratos, tendrán que pagar la nueva tarifa.

Las nuevas licitaciones están previstas entre el 2025 y el 2026. El ingeniero especialista en temas eléctricos, Carlos Gordillo Andia, sostiene que las posibilidades de generar energía con agua se reducen durante la sequía, y que la prioridad hídrica es el consumo humano.

En ese sentido, el sur tiene serios problemas de generación. Necesita 2,000 megavatios y solo produce 450. Si no hubiese un sistema interconectado la situación sería crítica. ordillo recuerda que existen centrales de generación térmica como Samay, instalada en la provincia de Islay, y otra en Ilo (Moquegua), ambas con una capacidad de 720 megavatios.

Actualmente operan con diésel. Eso significa un sol por kilowatt hora, cuando la tarifa plana es de 0.62 soles. En este contexto, Gordillo señala que es probable que haya un aumento en las tarifas eléctricas para el próximo año debido a la necesidad de recurrir al diésel cuando no hay suficiente agua para la hidroelectricidad. Las centrales térmicas que funcionan a gas, como Kallpa, Fénix y Chilca, están operando al máximo de su capacidad.

El exviceministro de Energía, Luis Espinoza, destaca la urgencia de revisar la implementación de un ducto para transportar gas al sur peruano. Eso abarataría los costos y también permitirá tener seguridad energética y evitar concentrarla en un solo punto, como el centro del país.