La ola de delincuencia, violencia y criminalidad que mantiene en zozobra a muchos peruanos ha llegado a tocar fondo. Por ello, Wilson Soto de Acción Popular presentó un proyecto de ley en el Congreso para reabrir, luego de 37 años, el penal de El Frontón, ubicado en una isla frente a las costas del Callao.
La iniciativa solicita al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjus), así como al Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la reconstrucción e implementación de este penal, teniendo en cuenta que existe un hacinamiento y un déficit de infraestructura en diversos centros penitenciarios del país.
"El proyecto de ley que hemos presentado nosotros (Acción Popular), el reciente 2 de junio, especialmente, es una ley que propone declarar de necesidad pública e interés nacional la reconstrucción del establecimiento penitenciario El Frontón para albergar a delincuentes de alta peligrosidad", dijo el parlamentario.
Wilson Soto recalca que en los últimos años no se han construido más penales de parte del Ejecutivo. "Día a día vemos extorsionadores, secuestradores, violadores, y creo que este penal serviría mucho para que ellos puedan allí", reiteró.
En ese sentido, considera acertada la reapertura de El Frontón, a fin de que los delincuentes "puedan estar aislados y no tengan contacto con la población". "Nosotros estamos legislando pensando en el pedido de la población", aseveró.
Por su parte, el vocero de la bancada de Acción Popular, José Arriola, también se mostró a favor de esta propuesta. Precisó que el sustento es el hacinamiento que existe actualmente en las cárceles a nivel nacional.
"Tenemos 68 penales que deberían albergar como máximo a una población penitenciaria de aproximadamente 41.000 internos, pero la realidad es de 90.000 internos, y de esos, 56.000 tienen sentencia y 34.000 no tienen sentencia", explicó Arriola.
El Frontón es un pedazo de tierra completamente árida de un kilómetro de área que durante la colonia fue utilizada como refugio de piratas y filibusteros que intentaban saquear el puerto del Callao.
Durante muchos siglos, estuvo inhabitado hasta que en 1917, durante el gobierno del presidente José Pardo, se construyó en esa isla una prisión para encarcelar a los delincuentes de mayor peligrosidad en esa época.
El penal El Frontón, que albergaba a los criminales más peligrosos del Perú, se encuentra cerrado. Foto: composición LR/Caretas
Con el tiempo, El Frontón, también conocido como ‘La isla del muerto’, se convirtió en cárcel política, a donde fueron enviados los opositores de los diversos regímenes del siglo XX, como el entonces joven candidato progresista Fernando Belaunde Terry, quien fue recluido en los años 60 por liderar una manifestación en contra del segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche.
El penal de El Frontón, a la fecha, quizás seguiría albergando a los más avezados y peligrosos delincuentes si el 18 de junio de 1986, durante una cita internacional en Lima de la Internacional Socialista, no se hubieran amotinado los senderistas que allí purgaban condena.
Estas acciones se llevaron a cabo en un plan conjunto con los presos de las cárceles de Lurigancho y Chorrillos. De esta manera, los internos del llamado ‘Pabellón azul’ de El Frontón tomaron como rehenes a empleados penitenciarios y miembros de la Guardia Republicana del Perú.
Así se veía el amotinamiento en el penal El Frontón. Foto: Caretas
Fue entonces cuando el presidente Alan García envió una Comisión de Paz, conformada por César Samamé, Augusto Rodríguez Rabanal y Fernando Cabieses; sin embargo, el diálogo fracasó. Acto seguido, se decide develar el motín sin miramientos, puesto que los senderistas tenían en su poder armas y explosivos.
La madrugada del 19 de junio, efectivos de la Marina de Guerra empezaron a bombardear el ‘Pabellón azul’ con bazucas, morteros, dinamitas y explosivos de alto poder; de este modo, retomaron el control. Todo terminó con la muerte de cinco marinos, 118 terroristas y 34 subversivos capturados.
Actualmente, El Frontón luce abandonado y sus instalaciones en un deplorable estado. Las visitas a la isla no están permitidas y tampoco su uso como prisión. Además, de vez en cuando, las lanchas con turistas la bordean solo para contar historias de piratas y de la matanza en el desaparecido centro penitenciario.
El penal de El Frontón se ubica en la isla del mismo nombre frente al Callao. Foto: El Informativo