El día que Ranulfo Arévalo, ciudadano de San Juan de Lurigancho, recibió la noticia de que debía ser operado por un tumor, también fue la fecha en la que le robaron su medio de trabajo: un auto Hyundai Accent color blanco.
La desgracia se hizo mayor cuando empezó a ser extorsionado por unos delincuentes que le exigen S/5.000 para devolvérselo. “Yo no tengo dinero. Además, en la PNP no me dan ningún tipo de ayuda, solo me dicen que no vaya al lugar que me han indicado los victimarios. Yo quiero garantías para mi vida porque temo que tomen represalias por hacer mediático este caso”, señaló para La República.