La mañana de este martes 9 de mayo llegaron los restos del minero Apolinar Flores Meneses (41) a localidad de Chucuito (región Puno). Él es una de las 27 víctimas que fallecieron tras registrarse un incendio la madrugada del sábado al interior del socavón minero Esperanza I, de la empresa Yanaquihua S. A. C., en el distrito de Yanaquihua, provincia de Condesuyos, región Arequipa.
Apolinar Flores Meneses nació en el distrito de Vilque. Sin embargo, al conocer a su pareja, Milagros Céspedes Cotillo, natural de Chucuito, se instaló en esta última localidad. Fruto de esta relación, tuvieron cuatro hijos. Ellos tienen 22, 17, 15 y 5 años, respectivamente; el último es una persona con discapacidad.
Los restos del difunto son velados en el inmueble ubicado en el jirón Cajas Reales de la localidad de Chucuito, lugar de residencia de su familia. "El deseo de mi padre al dejar de existir fue ser enterrado al lado de mi mamá, quien descansa en un cementerio privado del distrito de Acora. Ella murió un 7 de mayo de 2021 en plena pandemia", contó uno de sus hijos.
Marleni Cotillo, cuñada de Apolinar, manifestó que la noticia de la muerte de su pariente les sorprendió. Ella refirió a La República que Apolinar, hace unos meses, le dejó un documento notarial en el cual le encargaba el cuidado de sus hijos en caso de que ocurra un inconveniente.
Tanto la cuñada como su hija coincidieron en señalar que Apolinar era un hombre respetuoso, trabajador y voluntarioso. Indicaron que él siempre se esforzaba más para mejorar el trabajo en la minería. Trabajó en este oficio desde hace más de 25 años. Comenzó desde abajo: fue perforista, pero, más adelante, pasó a ser capacitador y, recientemente, fue ascendido a supervisor.
El señor pensaba invertir en la rehabilitación y terapia de su último pequeño. Además, uno de sus deseos era que su hija estudie Medicina Humana en Bolivia.
Familiares recuerdan a Apolinar Flores Meneses como una buena solidaria. Foto: Kleber Sánchez/La República
El día de la tragedia, solo tenía que supervisar. Sin embargo, decidió acompañar y capacitar a los nuevos perforistas. Empero, la desgracia lo alcanzó, según cuentan sus familiares.
Los representantes de la empresa minera se comprometieron con apoyar económicamente en los gastos del nicho y atención en el velorio y sepelio. No obstante, al cierre de la presente nota, no se ha concretado dicha iniciativa.
A las 11.00 a. m. del miércoles 10 de mayo, se realizará una misa en la iglesia Santo Domingo de Chucuito. Luego de ello, los restos serán llevados a un cementerio privado del distrito de Acora.
Por otro lado, en el cementerio del distrito de San José, provincia de Azángaro, hoy, martes 9 de mayo, fueron enterrados los restos del joven minero William Melanio Cuentas Puma. Fue despedido por sus familiares, amigos y compañeros pobladores de la zona. Su padre manifestó que la empresa solo estaría apoyando con el 60% de los gastos. También, dijo que esta tragedia ocurrió por falta de garantías de seguridad en su lugar de trabajo.