Desde el lunes 20 de marzo, los pobladores de la localidad de Llacuabamba, en el distrito de Parcoy, provincia de Pataz (La Libertad), realizan marchas pacíficas, con las cuales exigen a la Minera Aurífera Retamas S.A. (Marsa) que cumpla con su compromiso social para con la comunidad, vale decir, las obras de agua potable, planta de tratamiento de aguas residuales y un colegio.
Según los ciudadanos, desde hace varios años están estos proyectos que ahora la minera quiere desconocer.
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En el año 2004, Marsa se comprometió a brindar agua potable a la comunidad; el 2010, a realizar la construcción de una planta de oxidación y, por último, en el 2016, la edificación de una institución educativa. Hasta la fecha, ninguna de estas obras ha sido realizada.
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Al respecto, Ronal Castañeda, presidente de la Comunidad Llacuabamba, manifestó que hizo llegar un documento a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para que se presenten como intermediarios entre la comunidad y la empresa Marsa.
Por su parte, el juez de paz de Llacuabamba, Rossly Rubio Romero, manifestó que en Trujillo se reunieron con los representantes de Marsa en febrero y marzo, pero no se llegó a ningún acuerdo.