Este 7 de marzo, integrantes de los sindicatos de Seguridad Ciudadana y Obras Públicas se congregaron en los exteriores de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) y sostuvieron una breve reunión con el alcalde Arturo Fernández Bazán, quien en anteriores ocasiones emitió comentarios que fueron considerados ofensivos y denigrantes por este gremio.
Ellos exigen el pago de sus haberes del mes de febrero. Además, la entrega de bonos y pactos colectivos. La situación se tornó tensa cuando los presentes lo insultaron. “¡Hay que escuchar al vago, cállense!”, se escuchó y provocó que el burgomaestre desistiera de cualquier posibilidad de entendimiento.